jueves, 24 de noviembre de 2011

MÁS  SOBRE  LA  SEGURIDAD  HUMANA
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
La Seguridad Humana es una mirada más completa, más social, más humana e integral sobre la seguridad. Es ir más allá de la seguridad policiva, que hace énfasis es un solo aspecto de la seguridad (lucha contra la delincuencia). La Seguridad Humana considera que el sujeto de la seguridad debe estar centrado en la persona y no sólo en la seguridad del Estado y su base es la protección integral de la vida y de las libertades para la plena realización del ser humano. Vincula la seguridad con el desarrollo humano, con los derechos humanos y hace hincapié en la necesidad de políticas públicas que entiendan la seguridad como un concepto amplio no sólo limitado a asuntos de orden público.
La Seguridad Humana no debe considerarse contradictoria con la seguridad policiva. Se trata de una manera distinta de interpretarla mediante la reorientación del énfasis hacia las necesidades de seguridad de las comunidades y de las personas, pero sin agotarse en ello. En su aspecto operativo la Seguridad Humana deberá referirse a asuntos como los derechos humanos y libertades fundamentales; la violencia intrafamiliar y contra las mujeres; el desarrollo urbano obsoleto, desarticulado y con sobrecostos; el creciente tráfico y utilización de armas pequeñas; la producción y tráfico ilícito de drogas; la calidad de educación y de la salud; la corrupción y la impunidad; la violencia generalizada; la prostitución infantil; el olvido secular del campo; y el logro pleno del desarrollo humano.
Como los tiempos cambian, también cambian nuestros modos de producir, de relacionarnos, de vivir, y por ende, surgen nuevas fuentes de inseguridad frente a las cuales resulta insuficiente la mirada tradicional de seguridad vista como represión al delito, la delincuencia y el control del orden público. La vida de hoy trae riesgos ambientales que no existían hace poco tiempo. El desarrollo de la industria trae de la mano inseguridades industriales, riesgos tecnológicos (radiación electromagnética de vídeojuegos, de celulares, microondas, etc.), inseguridad ante nuevas formas de trabajo, contaminación alimentaria con químicos y preservantes, etc. La soledad, la depresión, el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución y la agresividad son una inseguridad de la manera capitalista de entender la sociedad y su modelo de desarrollo.
La Seguridad Humana es la respuesta a múltiples inseguridades en que hoy vive la ciudadanía: inseguridad alimentaria, inseguridad económica, inseguridad ambiental, inseguridad sanitaria, inseguridad política, inseguridad educativa, inseguridad personal y de las comunidades. Pero no para dar respuestas por separado a estas inseguridades. No. Cada inseguridad está articulada, vinculada con las otras. O se tratan todas al tiempo y con una visión integradora o los resultados serán pobres y deficitarios. La Seguridad Humana es un concepto indivisible que funciona en red.
La seguridad humana, como la vida, tiene múltiples dimensiones. Busca que los ciudadanos puedan tener una existencia sin miedos, angustias, sufrimientos ni pobrezas, con dignidad, sin exclusiones, sin ningún tipo de discriminación. Una vida donde se les tenga en cuenta, donde se les valore sus inquietudes, sueños y esperanzas, donde existan gobernantes que dirijan buscando equidad social y no la concentración de la riqueza en pocas manos. Seguridad Humana es responsabilidad, autoridad, credibilidad y confianza pretendiendo una vida con respeto para todos y todas, una vida donde brille la solidaridad, la cooperación, la prosperidad y el orgullo de vivir en Ibagué.
LA BIOLOGÍA DEL AMOR EN CIUDADANOS DEL MUNDO
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
Este lunes 28 de noviembre a las 6 y 30 pm en la sala de conferencias de la biblioteca Darío Echandía del Banco de la República, el Observatorio de paz y derechos humanos de la Universidad del Tolima clausura su ciclo de conferencias número 15 de Ciudadanos del Mundo en Ibagué. El ciclo contó con el apoyo de la facultad de Ciencias Humanas y Artes de la UT, del Instituto Municipal de Cultura y del Banco de la República. El núcleo temático de las conferencias fue sobre arte, política y pedagogía. Quisiera recordar algunas conferencias:
El profesor Gonzalo Palomino disertó sobre el Tambora, un desconocido volcán de Indonesia que hizo erupción y por la envergadura de su acción cambió el clima de toda la tierra. Mostró el profesor de la UT como la actividad de un volcán no se reduce a los daños locales, que fueron muchos, sino que tiene una repercusión global que puede tener dimensiones gigantescas e insospechadas. El corolario fue la atención que merece un volcán que tenemos cerca: el Machín.
La profesora Marcela Rodríguez habló sobre Eduard Said, el intelectual que puso el tema del pueblo de Palestina como una responsabilidad ética de la humanidad, en contravía con la publicidad que muestra a los judíos como las víctimas, pero proponiendo una salida no violenta para este conflicto del medio Oriente.
El profesor Efraín Herrera, en una deliciosa conferencia, encantó al público mostrando la vida y la obra del escritor argentino recientemente fallecido, Ernesto Sábato. De la misma manera, la profesora de la Universidad del Rosario Adriana María serrano, invitada especialmente al ciclo, comentó sobre Débora Arango, la artista de una fecundidad estética reflejada en centenares de lienzos, que escandalizó a su parroquial Antioquia con una propuesta pictórica novedosa, comprometida y cargada de sentido.
 El PhD de la UT Gustavo Vallejo, en una minuciosa y elaborada charla mostró como la obra de Charles Darwin y la conmemoración de sus efemérides, se han constituido en las más importantes celebraciones de la historia de la ciencia moderna. Así mismo, el doctor Gustavo Montealegre disertó sobre la primera escuela de medicina en el país, los avances y los retrasos en la enseñanza de esta profesión.
Otro tema elegido por el PhD de la UT, profesor Edgar Diego Erazo, fue la obra de Lev Vigotski, el pedagogo y psicólogo ruso que abrió las puertas para una visión constructivista de la ciencia y la pedagogía y la formación social de la mente. En la misma línea, el también PhD de la UT, el profesor Néstor Cardozo Erlam, cautivó al auditorio charlando sobre Pestalozzi, el investigador e innovador que prácticamente abrió la modernidad en la pedagogía.
Este ciclo cierra con una conferencia sobre el neurobiólogo chileno Humberto Maturana, quien ha trabajado de manera incansable sobre el tema de la Biología del Amor, una apuesta basada en la autopoiésis como una concepción sobre la vida; en la construcción del conocimiento desde una epistemología sistémica no lineal;en la convicción de que la humanidad es una obra social, colectiva y no meramente individual; y en la propuesta de la inclusión, el reconocimiento, el respeto y la no violencia como la posibilidad real de una convivencia en paz. Cordialmente los y las invito a esta conferencia, la entrada es libre.
www.agustinangarita.com.co

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿QUÉ ES LA SEGURIDAD HUMANA?
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
La Seguridad Humana es un concepto del PNUD buscando salidas a problemas que se habían vuelto insolubles en diferentes comunidades humanas, en las que si bien, se avanzaba en la disminución de asesinatos o aumento de las incautaciones de alucinógenos, se empeoraba en desempleo, pobreza, hambre, enfermedades transmisibles y prevenibles, deterioro ambiental, deterioro urbanístico o prostitución y drogadicción. La Seguridad Humana es un enfoque más amplio e incluyente al manejo tradicional de la seguridad que hace énfasis en lo meramente policivo.
Generalmente, cuando se  habla de seguridad se piensa en más pie de fuerza de policía, dotada con más patrullas, motocicletas, cámaras de televisión, armas más modernas y tecnificadas, alarmas comunitarias y redes de cooperantes. La seguridad se asume como represión. Por eso se piensa en leyes más drásticas, fuertes sanciones, más cárceles y castigos para mejorar la seguridad.  Todo esto es  insuficiente.
El delito es una consecuencia no una causa. Por lo que atacar las consecuencias es una miopía. Los delincuentes son el fruto de una sociedad en crisis, por lo tanto, a la que hay que tratar es a la sociedad. Esto no quiere decir que se descuiden los delincuentes ni las medidas de prevención. De ninguna manera. Pero la causa verdadera (que es social) es la que se debe tratar con todos los esfuerzos, no solamente la consecuencia (que es individual). Si no se enfrentan las verdaderas causas, se podría gastar todo el dinero de los impuestos en construir más cárceles, poner más policías y cámaras de vigilancia sin que se acabe con el delito, porque desde una sociedad en crisis, se producirán nuevos delincuentes.
En Bogotá, Antanas creyó que la inseguridad no se solucionaba con meras medidas policivas y de represión, sino con cultura ciudadana, con pedagogía social, con inversión social dirigida, con reforzar la autogestión y la confianza de la ciudadanía en sus instituciones, y logró reducir tasas de homicidios, robos callejeros, accidentes e infracciones de tránsito, mortalidad infantil y materna, y mejorar la sensación de seguridad, identidad y respeto…
En Medellín, Sergio Fajardo creyó que más que seguridad policial lo que había que construir era un gobierno conectado con la gente, un gobierno cercano y presente entre la ciudadanía. Un Estado gobernado por un alcalde honesto, que supiera hacer uso de la autoridad que le entregó la voluntad popular, dispuesto a no hacer trampas, ni actos corruptos, un alcalde en el que se podiera confiar. La inversión social se hizo en sectores donde la deuda social del Estado era mayor, en las áreas donde el abandono oficial era inveterado. Las obras se discutieron con la comunidad, pero no fue una discusión donde los expertos y tecnócratas hablaban y la gente aplaudía y aprobaba. No. Se partía de creer en la gente, de creer que sus conocimientos eran válidos e importantes. Con eso se involucraba a los ciudadanos en la obra, en la gestión y, sobre todo, en el cuidado. El orgullo y la confianza de los moradores de los barrios más peligrosos de Medellín fue en aumento, y los atracos, los robos y asesinatos disminuyeron de manera impresionante. La inversión en policía y control no se disminuyó, se aumentó, pero el énfasis estaba en lo social, en pagar la deuda social con la comunidad.
Estos son  dos buenos ejemplos de Seguridad Humana.

viernes, 4 de noviembre de 2011

TRIUNFÓ EL VOTO LIMPIO, PERO LA DEMOCRACIA QUEDÓ HERIDA
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
Pasaron las elecciones. Más allá de las evaluaciones de vencedores y vencidos hay que revisar algunos aspectos que creo no deben pasar inadvertidos. Como nunca antes, la democracia estuvo en peligro. La posibilidad de los ciudadanos de elegir libremente sus mandatarios estuvo fuertemente cuestionada.
Se podría caer en el lugar común de decir que las elecciones anteriores a la reciente si fueron limpias, transparentes, inmaculadas. No. Desde siempre se ha escuchado hablar de fraudes electorales, compra y trasteo de votos, clientelismo y constreñimiento al elector. Pero como lo recalcaba el ex presidente Julio Cesar Turbay, era una corrupción en sus justas proporciones, una corrupción aconductada, con límites, por decirlo de alguna manera. En estos comicios  electorales la corrupción se salió de madre, rompió diques y llegó hasta niveles insospechados.
Nunca se había visto una compra más descarada de votos. Hablo del tema porque se detuvieron personas pagando por los sufragios, se filmaron in fraganti, se denunciaron centenares de casos… Era tal el desespero de la campaña de negro por ganar de cualquier forma, que no les importó que los notaran. Como la distancia en votos y legitimidad con el ganador final era tan grande, la cantidad de votos a comprar era monstruosa, y se arriesgaban, como ocurrió, a que se hiciera evidente el fraude. No les importó. Pagaron a todos los precios. Olvidaron que tenían que promocionar la alianza hecha con el candidato departamental, y con cinismo y descaro apelaron a sobornar únicamente para la campaña negra. Hasta revisaron con detalle las nóminas gubernamentales y llamaron a las familias para recordarles, con consejos filudos, que sería bueno que votaran por ciertos nuevos candidatos, para evitar perder la permanencia en sus cargos burocráticos. Como para ellos el fin justifica los medios, con tal de ganar, sin ningún escrúpulo se aprovecharon de la necesidad, del hambre, de la pobreza, del desempleo, de la ignorancia buscando inclinar la balanza electoral a su favor. Al final no  pudieron.
Pero quedó abierta la herida. Esta gente piensa que todo es válido, que la plata lo es todo. Que con dinero se compran conciencias, honores, puestos y elecciones. Para no quedar expuestos al escrutinio del público por sus corruptos actos, para camuflar su nauseabundo proceder, los de negro utilizaron el discurso del cambio, de la transparencia, de la honestidad, de la responsabilidad, de la no corrupción. ¡Válgame Dios! ¡El demonio repartiendo hostias!
Una respetable señora, muy preocupada, me preguntó ¿cómo es posible que un hombre nuevo en la política y en la ciudad se preste para semejante acto de corrupción rampante? ¿Cómo iría a ser su gobierno, en el supuesto de haber llegado, si el camino recorrido fue el de la mentira, el engaño, la trampa y la corrupción? ¿De veras creerá que los votos que obtuvo son un plante existente para próximas elecciones? ¿De dónde sacará dinero, en caso que quiera regresar a Ibagué para ser candidato, si ya no tendrá los ríos de billetes que le irrigaron su campaña? ¿Estará convencido ese negro candidato que la imagen por la que pagó, esa imagen que le crearon los medios por dinero, es realmente la de él? ¿Será que piensa que tomándose fotos arrodillado en la catedral, expía sus culpas? Mientras pensaba qué contestarle, ella se marchó…