sábado, 31 de julio de 2010

Planes de mejoramiento y aprendizaje de experiencias exitosas

Cuando se habla de educación para la paz y la convivencia son muchas las propuestas que se plantean, sin embargo son pocas las aplicables y también escasas las que tienen viabilidad. Es por eso que es importante resaltar las que tienen proyección y solidez.
Desde hace un año se viene gestando la idea de formar jóvenes en derechos humanos y competencias ciudadanas desde el aula. La idea es entender el currículo desde esta óptica, es decir, enseñar matemáticas, química, física, literatura, filosofía y las demás asignaturas desde el enfoque de los derechos humanos. La verdad es que pocos creyeron en esta posibilidad y no faltaron los detractores que miraron con pesimismo esta opción pedagógica.
Pero con la perseverancia y el esfuerzo de un grupo de docentes, quienes junto con la voluntad indeclinable de sus directivas académicas, lograron cristalizar este sueño para volverlo realidad.
En la Institución Educativa Liceo Nacional de Ibagué, a partir de este año lectivo se tiene un grupo de entusiastas niñas culminando su bachillerato con énfasis en Derechos Humanos y Competencias Ciudadanas. Bajo la coordinación de la Licenciada Dora Lilia Lugo y con el visto bueno y el apoyo decidido del licenciado Enrique Mesa, rector del colegio, se aprobó esta iniciativa y ya más de medio centenar de jovencitas reciben formación en valores ciudadanos y cívicos para que la cultura del respeto y de la tolerancia se constituyan en columna vertebral de su quehacer cotidiano.
El pasado 8 de marzo, las alumnas, los docentes y las directivas A del Liceo marcharon por las calles de Ibagué como homenaje vivo a las mujeres y como una expresión de que esa celebración no es para decirles, como lo hacen muchos, que son los seres más bellos, más tiernos y necesarios de la tierra y demás cosas que se repiten en ese día, sino que es un espacio para reivindicar derechos, para visibilizar seres humanos que por la cultura machista y androcéntrica, no se ven o no se quieren ver. Dentro del grupo de niñas liceístas, también marchó el colectivo de estudiantes que asumieron voluntariamente el reto de rematar su bachillerato con énfasis en derechos humanos.
La Universidad del Tolima, por intermedio del Observatorio de Paz y Derechos Humanos, firmó un convenio con el Liceo Nacional para prestar toda la asesoría para que este proyecto llegue a feliz término y se constituya en un modelo a imitar por otras instituciones educativas tanto de la ciudad como del departamento. Sembrar respeto, tolerancia, humanismo, responsabilidad y derechos humanos será cosechar convivencia, paz y desarrollo local y regional.
Para la Universidad del Tolima es un orgullo que el gobierno nacional haya visto con agrado y esté pensando asumir institucionalmente tanto el proyecto de los Observatorios Escolares de Derechos Humanos que desarrollamos con el Municipio de Ibagué y que esperamos que el gobierno departamental también acoja, como el bachillerato con énfasis en derechos humanos. Para el Ministerio de Educación, lo que realizamos desde la Universidad del Tolima en Ibagué, ha sido una de las mejores experiencias para desarrollar una cultura de la paz y la convivencia, además, están convencidos que todos estos esfuerzos que nacen desde la iniciativa local y regional deben ser apoyados plenamente. Próximamente visitarán al Liceo Nacional para mostrar a nivel nacional este importante desarrollo nacido en la ciudad. La experiencia de los Observatorios Escolares de Derechos Humanos ya se expuso a nivel nacional e internacional y varias naciones, especialmente el país vasco y Puerto Rico, junto con el Ministerio de Educación Nacional, quieren conocer de cerca esta iniciativa nacida en Ibagué. Cosas buenas a mostrar de lo mucho e interesante que hacemos los tolimenses e ibaguereños.

Opinión la Renovación de La Universidad Del Tolima

“La Universidad del Tolima se renueva”, así tituló uno de sus últimos escritos el distinguido médico Agustín Angarita. Con ese título tan llamativo no había evasiva para leerlo y menos tratándose de un artículo dedicado al más importante claustro de educación superior del departamento.

Desde hacía rato no sólo quien esto escribe, sino con seguridad muchos tolimenses estábamos aguardando con especial interés una noticia en esos términos referente a la U.T. Y en honor a la verdad después de leer el artículo hay que decir que la U.T. sí está en franco proceso de renovación.

Por iniciativa de quién?. No se sabe, pero ese propósito existe de acuerdo a lo que nos cuenta el médico Angarita.

Pero todo lo que brilla no es oro, con el debido respeto es necesario hacer unas críticas, por supuesto, constructivas, no al escrito de Angarita, faltaba más, sino a los que mandan en la Universidad, que tampoco se sabe quiénes son. Una cosa es clara, renovación no es sólo que la U.T. cuente con más programas académicos. Renovación es mejorar lo que existe. Por ejemplo, es preciso recavar en épocas pretéritas cuando los mejores agrónomos y veterinarios del país eran de la U.T Poner en práctica acciones que permitan recobrar ese prestigio sería un logro importante. Algo similar ocurre con los programas de licenciaturas, uno quisiera ver a la universidad proponiendo alternativas en torno al mejoramiento de la calidad académica y del ejercicio docente. Debería ser la punta de lanza que oriente los procesos de mejoramiento en la educación en el Tolima, como lo hacen la Universidad del Valle y la U. Nacional, que han logrado mediante sus trabajos de investigación, mejoras sustanciales en sectores marginales de la población.

Mientras la Universidad de Ibagué avanza en alcanzar liderazgo regional, la U.T. lo pierde.

Lo grave es que tiene con qué, cuenta con un personal competente en lo humano y profesional, pero algo pasa y no de ahora sino desde hace rato. En varias áreas se percibe un profundo anquilosamiento.

Bienvenidos los nuevos programas académicos y si fueron el producto de estudios serios y juiciosos, mejor aún.

Ciertamente las directivas de la UT deben responder al inconformismo manifiesto no con explicaciones banas ni arrogancias simplistas, sino con hechos concretos. Nada más indicado que la siguiente frase del médico Angarita para iniciar el debate, “Se necesita la reflexión y la mirada crítica”.

Mientras la Universidad de Ibagué avanza en alcanzar liderazgo regional, la U.T. lo pierde.