EN IBAGUÉ NO GANÓ LA OPINIÓN
Meses previos a las elecciones pasadas, se me pidió evaluar el peso del voto de opinión en Ibagué. Según mis cálculos, en el mejor de los casos, no alcanzaría a 20 mil sufragios. Luego sería una cifra insuficiente para una aspiración electoral. No obstante, el actual alcalde de la ciudad, dijo que montaría su estrategia política sobre el voto de opinión, al final resultó ganador. Algunos opinadores expresaron que había cambiado radicalmente la forma de hacer política, que ganaron las redes sociales, que se había derrotado la politiquería y las maquinarias electorales. Que la opinión pública había sido la gran ganadora…
Meses previos a las elecciones pasadas, se me pidió evaluar el peso del voto de opinión en Ibagué. Según mis cálculos, en el mejor de los casos, no alcanzaría a 20 mil sufragios. Luego sería una cifra insuficiente para una aspiración electoral. No obstante, el actual alcalde de la ciudad, dijo que montaría su estrategia política sobre el voto de opinión, al final resultó ganador. Algunos opinadores expresaron que había cambiado radicalmente la forma de hacer política, que ganaron las redes sociales, que se había derrotado la politiquería y las maquinarias electorales. Que la opinión pública había sido la gran ganadora…
Superada esta
contienda electoral podemos analizar más despacio los resultados y comprobar
qué tanta opinión pública fue la que se expresó y que tanto salió derrotada la
politiquería, la corrupción y la clase política tradicional.
Cambio Radical es
comandado en el Tolima por Emilio Martínez, ex presidente de la cámara de representantes
y que salió investigado y detenido por malos manejos de dineros públicos. Por
corrupción. Como fue sancionado de por vida con la imposibilidad de aspirar a
cargos públicos, puso a su hermana de fachada y continúa manejando los hilos de
la política.
Avaló a Toledo como
candidato a la alcaldía y todo el tiempo lo amenazaba con retirarle el respaldo
si no obedecía sus órdenes. Al final, lo abandonó y apoyó a Guillermo Alfonso.
Esa limpia jugada le representó ganar la contraloría, la personería, la
secretaría de hacienda, además de muchos puestos y contratos…
Como las sumas de la
escasa opinión y Cambio Radical no alcanzaban, se repatrió para votar toda la
burocracia que habían instalado en Bogotá. La inscripción de residentes en la
Capital para sufragar en Ibagué rompió todos los pronósticos y obligó a anular
muchas. En el Distrito se denunció como unos días antes de terminar el gobierno
de Petro se prolongaron contratos y se hicieron otros de personas que vivían y
cobraban desde Ibagué…
Para asegurar las
cuentas, la sagrada familia Jaramillo trabajó, como siempre, muy unida. La
sangre tira, dirían nuestros ancestros. Dejaron solo al candidato del partido
liberal, Rubén Darío Rodríguez, y pusieron la gente a votar por el candidato de
la supuesta opinión… Con tres secretarías en la alcaldía y una gerencia le premiaron
a Mauricio la acción tránsfuga contra el partido liberal. También con puestos y
contratos. Y sobre todo con el control de planeación, por aquello de las
construcciones…
Como el alcalde ganador
no se tenía equipo para gobernar, inventaron la meritocracia. Con esa mampara
nombraron por politiquería. Hoy en los despachos se encuentra gente inexperta y
arrogante amparados en el autoritarismo y ejemplos del jefe, hablando mal de
todo lo anterior y sin aterrizar propuestas. Muchos piensan que al hablar mal
de los demás eso los eleva y ensalza. La verdad, es que con el tiempo bajan
todos. Es tiempo de acciones y de menos retórica. La campaña ya la ganó la
politiquería, el nepotismo, la maquinaria electorera y la poca opinión, les
toca ahora demostrar lo que van a hacer…
*Médico y magíster en
estudios políticos