VERDADES SOBRE EL AGUA DE IBAGUÉ
Ha hecho carrera
tomar como tema central del quehacer político, hablar de los problemas de agua
del municipio. De tanto trillar el asunto muchos tienen la idea equivocada que
el agua se va acabar, que es de mala calidad y que los inversionistas no llegan
a la ciudad por este grave problema. Y cuando se entregan informes, se tratan
de desprestigiar sin leerlos y se busca generar desconfianza en ellos.
Es verdad que los
cortes de agua son un dolor de cabeza para los ibaguereños. En el año 2012 se
suspendió el servicio de suministro de agua durante 523 horas. En el 2013 el
número de horas se redujo a 184 y el año pasado a 178. Una mejoría del 66%.
Todavía hay cortes pero mucho menos que antes y se continúa trabajando para
mantener el ritmo de reducción.
El IBAL entre 2012
y 2014 mejoró la producción de agua de 46 a 49 millones de metros cúbicos,
demostrando que en la actualidad se tiene más agua potable para distribuir a la
población ibaguereña.
Que mejore el
suministro de agua es bueno, ¿pero qué calidad de agua nos llega a nuestros
hogares? La Superintendencia de servicios públicos domiciliarios se encarga de
vigilar la calidad de la prestación del servicio por parte del IBAL. En el 2014
esta superintendencia certificó que el índice de calidad del agua de Ibagué era
de los mejores del país. Por esta razón el Ministerio de Vivienda designó al
IBAL para que “apadrinara” a siete municipios del Tolima para que mejoraran sus
condiciones de calidad del agua.
Una tarea
importante del IBAL, al ofrecer agua de excelente calidad, es aumentar el
número de usuarios, para de esta manera prevenir contagios y enfermedades. En 2012
la empresa tenía un poco más de 113 mil usuarios; en 2013 esta cifra aumentó a
más de 116 mil y en 2014 se llegó a 121.806 usuarios. Este aumento obedece a
que la empresa da cubrimiento eficiente al 85% de la ciudad. El otro 15% lo
cubren los acueductos comunitarios.
Desde el punto de
vista social el IBAL le mejoró la calidad de vida de casi 6 mil personas porque
en sus viviendas les instalaron baños,
lavaplatos, lavaderos, lavamanos, sanitarios y tanques de almacenamiento,
dentro el programa de conexiones intradomiciliarias.
Estas y otras
cifras le permitieron al IBAL que el ICONTEC le validara y certificara por
primera vez el informe de rendición de cuentas, lo que garantiza la
confiabilidad de sus indicadores y que su información es veraz y digna de
credibilidad. Además, el mismo ICONTEC le renovó la certificación de calidad en
el 2014.
El IBAL es una
empresa de los ibaguereños en proceso de mejoramiento continuo. Aún faltan
muchos asuntos por resolver, pero se está en la tarea de solucionarlos. No
obstante el pesimismo de algunos quiere hacer ver a la empresa como si
estuviera en quiebra o con deficiente administración. La verdad es un progreso
económico de la empresa, estabilidad financiera, utilidades operacionales
durante los últimos tres años y agua de la mejor calidad.
@agustinangarita