AUTORIDAD Y ORDEN SOCIAL
Ha sido noticia relevante la reacción airada de la
ciudadanía contra miembros de la policía. Analicemos el contexto del tema.
La autoridad es una institución necesaria para la vida
comunitaria. Para vivir en conjunto se establecen normas que deben ser
convenidas y compartidas, para la normal convivencia. Si estas normas no se
cumplen, se altera la armonía del grupo y se necesita volver a restablecer un orden.
Las autoridades están constituidas para mantener un orden social establecido y
prevenir posibles alteraciones. En términos sencillos, la autoridad es
necesaria para una sociedad. Esta autoridad debe ser legítima, es decir, debe
ser acatada, respetada por los ciudadanos. Además, le autoridad debe ser eficaz
en el cumplimiento de sus tareas cotidianas. La autoridad debe tener claro que
es pagada con los dineros de los ciudadanos, que debe ser imparcial y que está
al servicio de toda la ciudadanía.
Cuando los miembros de la autoridad, dejan de ser
eficientes, hacen mal su trabajo, se parcializan, se comportan de manera
grosera y poco civilizada, pierden el respeto de la ciudadanía. La relación
ciudadano-autoridad deja de ser amigable. Y los miembros de la autoridad
empiezan ser vistos como enemigos, como servidores, no de la ciudadanía, sino
de intereses particulares o propios. Esto es grave para la sociedad. El orden
social se pone en entredicho. La delincuencia, siempre al acecho, aprovecha
esta coyuntura para hacer de las suyas.
Si la autoridad pierde la legitimidad, disminuye la
confianza ciudadana, crece el delito, la inseguridad y el desorden. No es
suficiente que por la televisión nos hablen y muestren la posible existencia de
verdaderos héroes. Es en el trato día a día de los policías, soldados, marinos,
detectives, guardias carcelarios, autoridades civiles y demás, que se consolida
el respeto, la confianza ciudadana y se fortalece el orden social.
Los ciudadanos tenemos la obligación de respetar y
acatar las normas. Cuando no creemos en ellas debemos organizarnos para
movilizarnos y cambiarlas. Mientras tanto, cumplirlas. Igual ocurre con la
autoridad. Debemos enseñarles a nuestros hijos, a nuestros niños, jóvenes y
adolescentes el respeto por la autoridad. El papel que cumple la autoridad en
la conservación del orden social. Hay que reforzar esto en la escuela y en
todos los espacios para la convivencia. Los medios de comunicación deben
trabajar en este mismo sentido.
Cuando la ciudadanía molesta levanta la mano contra la
autoridad, hay que pensar que ésta no esté cumpliendo con sus tareas de manera
adecuada, que la ciudadanía no haya interiorizado, por ignorancia, el respeto y
la legitimidad del orden social, que la delincuencia esté aprovechando para su
beneficio el desprestigio de la autoridad o que ella misma lo propale. Pueden
ser todas actuando al unísono. Lo que deteriora cada vez es el orden de la
sociedad. Y el desorden viene de la mano con violencia, delincuencia,
inseguridad, miedo y mucho malestar social. Malestar que es aprovechado en
tiempos de campaña, no para buscar mejorías, sino para obtener réditos
políticos. La policía tiene que cambiar y mejorar. Todos debemos respetarla…
@agustinangarita