jueves, 27 de junio de 2013

EL POSCONFLICTO
POR: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Las personas tienen puntos de vista personales y particulares sobre  la realidad. Eso hace que muchos puntos de vista no coincidan, incluso que sean contrapuestos. Además, los intereses son diferentes. Esta perspectiva, en la que  los intereses se contraponen o las miradas diversas se enfrentan es la que genera los conflictos. Por lo tanto, los conflictos son inherentes a la vida en comunidad. Soñar una sociedad sin conflictos es tontería. Hay que aprender a vivir con los conflictos.
La democracia es una manera de resolver los conflictos de la vida comunitaria, que privilegia mecanismos no violentos buscando evitar que la respuesta social y política a los conflictos sea la negación del otro, la exclusión, la violencia o la guerra. Como lo expresa Ralf Dahrenforf, una de las misiones fundamentales de la política consiste en la sujeción racional de los conflictos sociales.
En Colombia el conflicto social armado lleva más de medio siglo. Todos los que vivimos en el país hemos padecido la guerra. Aprendimos a pensar y existir en términos agonísticos o de combate. Hemos construido un imaginario colectivo en el que justificamos la violencia y la guerra. Desde hace casi tres años se desarrolla en Colombia un proceso de paz. Este proceso se estrella con la justificación metal de la guerra. Unos son escépticos porque conciben la paz como una quimera, otros porque creen que únicamente mediante la guerra y la aniquilización del contrario habrá paz. Muchos están hastiados pero no se atreven a exigir parar la guerra.
No obstante las trabas de los amigos de la guerra, desinformación y propaganda amañada, el fin de este conflicto y la paz avanzan más rápido de lo que se piensa. Surge un nuevo problema. ¿Cómo afrontar el posconflicto?
El posconflicto es definido como la fase que viene después de la firma definitiva de acuerdos de paz. Se debe construir durante el conflicto para poder lograr  la recomposición de la sociedad. Llegar al posconflicto es arribar al final del proceso de paz, lo que implica trabajar de manera mancomunada en preservar la paz, reconstruir todo lo que derrumbaron años de guerra fratricida, supervisar que se desmovilicen y reinserten los actores armados, que se consolide la seguridad ciudadana y velar por el cumplimiento de los acuerdos entre las partes.
El posconflicto pone al orden del día temas estratégicos que deben preparar desde ahora:
a)      Recuperación social: atención humanitaria a víctimas, retorno y apoyo a los desplazados, reinserción y desmovilización, perdón y reconciliación, apoyo a grupos vulnerables, fortalecimiento de la sociedad civil, inversión social.
b)      Fortalecimiento económico: recuperar el manejo de la economía, generación de recursos y empleo, alianzas fuertes con el sector privado.
c)       Restructuración política y administrativa del Estado: fortalecimiento institucional, separación de poderes y no concentración del poder.
d)      Justicia: consolidar el estado social de derecho, justicia transicional, etc.
e)      Asuntos militares: recortar  gastos para guerra, reingeniería para el posconflicto, perdón y reconciliación.
f)       Lo internacional: obtención de recursos para apoyar la construcción de la paz, acompañamiento para verificación, mediación y facilitación, etc.
g)      Temas siquiátricos: tratamiento de trastornos y situaciones derivadas de la guerra: duelos, perdidas, odios, sentimientos de venganza, trastornos mentales, que si no se les da manejo ponen en duda la consolidación de una paz duradera.

¿Nos estamos preparando para el posconflicto?

sábado, 15 de junio de 2013

CIFRAS, DATOS Y VERDADES
“No todo lo que se puede contar cuenta,
ni todo lo que cuenta se puede contar.”
   Albert Einstein.
Hace unos días escuché una aseveración que me movió a reflexionar y a escribir este artículo. Decía la persona que vive vinculada a un centro de educación superior, que creía en dios y en  las cifras. Esa persona, inspirada por la visión positivista,  es de las que creen en la verdad incontrovertible de los datos. Atilio Boron, politólogo, sociólogo y profesor universitario argentino doctorado en Harvard, quien durante muchos años fuera Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO, explica que el dato no está ahí puesto en la realidad esperando que el investigador lo recoja y menos que los datos o cifras hablen por sí mismos. Según Borón, los datos y cifras hablan cuando los conocimientos teóricos y creencias académicas del investigador les dan lenguaje. Es decir, habla el investigador con sus pasiones, debilidades y fortalezas, no las cifras ni los datos.
Boron es tajante al afirmar que existe la “creencia bárbara de que el dato o la cifra son un producto neutro, un límpido espejo en el cual se refleja la realidad social, cuando en verdad es el resultado de una teoría y una metodología que lo construyeron y le die­ron vida.” En otras palabras, los datos que se muestran como imparciales y veraces, sólo reflejan una manera de ver y entender la realidad, pero nunca la realidad misma.
Para algunos la realidad se reduce a simples cifras o datos. La hipertensión la reducen a una cifra de tensión arterial o la diabetes a una cifra de azúcar circulante. Igual sucede con la pobreza a la que entienden como una cifra, casi siempre en dólares, que mide y cataloga a los que ganan por debajo de ella. El desarrollo lo reducen al crecimiento económico y la calidad de vida a la suma de otras cifras. Todo esto ocurre porque es una forma de mirar el mundo, de entender y construir la realidad. Son seres humanos que todo lo miden, lo pesan y cuantifican. Y cuando no lo pueden hacer, entonces lo ignoran o lo consideran como una externalidad poco importante de la realidad.
A estos positivistas los elementos cualitativos les parecen superfluos. Sufren porque no pueden cuantificar el amor, el dolor, la tristeza, la rabia o la esperanza. Cuando aman hacen cuentas y cuando desaman también. Piensan que el futuro es la sumatoria de sucesos acaecidos en el pasado que ellos registran como datos. Viven metidos en el mundo de las cifras, de los métodos, de las recetas, de los formulismos, porque están convencidos que eso les da certeza y seguridad.
El mundo de la vida y de la libertad es el mundo de la creatividad, de la innovación, de la imaginación, de la incertidumbre. Si la realidad estuviera determinada por las cifras y los datos, como causas y efectos, el libre albedrío se reduciría a los mandatos del destino, del Karma o de los sinos fatales.

En una ocasión un indigente se asomó por la ventana de un asadero y vio un cliente disfrutando un delicioso pollo. Las cifras o los datos dirían que a cada uno le correspondió medio pollo… Una mentira disfrazada de verdad y amparada en las cifras…

viernes, 7 de junio de 2013

LA UNIVERSIDAD HUMANA: EDUCACIÓN SUPERIOR GRATUITA EN IBAGUÉ

Uno de los temas más sensibles a la hora de hablar de competitividad de una ciudad es el talento humano. Algunos piensan que lo que mueve a los industriales a instalarse en una región es la presencia de mano de obra barata. Esto es sólo parcialmente cierto. Lo que de verdad le interesa a los empresarios es la disponibilidad de talento humano calificado.
En la democracia, la posibilidad de ascender en la escala social está determinada por la movilidad social. Esto quiere decir que personas con mayores niveles de formación académica tienen más y mejores oportunidades laborales. Los habitantes que viven en los cordones de miseria tienen los más bajos niveles de formación académica.
Si bien es cierto que la formación académica es importante, se necesita que ella coincida con las necesidades de la región. Es lo que se denomina pertinencia. Existe un problema adicional. Algunas personas logran ingresar a instituciones de educación superior pero no consiguen mantenerse. Generalmente por razones económicas, alrededor del 50 por ciento se retiran de sus estudios. Es la deserción académica.
Para superar estos escollos la Alcaldía creó el programa Universidad Humana. Es un programa, más no una nueva institución de educación superior. Su propósito es ofrecer educación superior gratuita a personas bachilleres de los estratos 1, 2 y 3 egresadas de las instituciones educativas oficiales del municipio y a la población en condiciones de vulnerabilidad como discapacitados, madres cabeza de familia y desplazados, en programas técnicos profesionales, tecnológicos y carreras profesionales en convenio con instituciones de educación superior de la ciudad. Se pretende con esto mejorar la calidad de vida de los beneficiarios y sus hogares mediante la cualificación del talento humano del municipio, contribuir a fortalecer el emprendimiento, fortalecer los programas de articulación escolar, acercar la educación superior a la comunidad y mejorar la competitividad de la región.
El Concejo municipal creó un Fondo educativo con casi mil millones de pesos anuales para financiar a la Universidad Humana. Las clases se desarrollarán cerca de los estudiantes para facilitar su acceso. El municipio realizará convenios con instituciones educativas oficiales en comunas y corregimientos para que faciliten sus plantas físicas para el desarrollo de los programas. Además, la Alcaldía dotará estas aulas con los mejores recursos de las tecnologías de la comunicación y la información.
Los programas académicos se escogieron con el apoyo de los empresarios, consultando los deseos y anhelos de los estudiantes de último año de varias instituciones educativas oficiales y con la vigilancia del Ministerio de educación nacional.

Es una oportunidad para que jóvenes de escasos recursos que hayan obtenido buenos resultados en las pruebas SABER 11, aprovechen la oportunidad de educación superior gratuita. Lo mismo sucede con la población vulnerable que cumpla con los requisitos exigidos: discapacitados, madres cabeza de familia y población desplazada. La inscripción será únicamente a través de la página www.universidadhumana.com.co. La presentación oficial del programa será el próximo miércoles desde las 9 de la mañana, en el centro de convenciones Alfonso López Pumarejo de la Gobernación del Tolima.