lunes, 30 de marzo de 2015

RESPONSABILIDAD CON USUARIOS

Los consumidores, en términos generales, están desprotegidos cuando necesitan presentar reclamos o quejas frente a productos que han comprado, consumido o guardado. Es verdad que existen muchas líneas telefónicas y oficinas para quejas, peticiones y reclamos, sin embargo, la mayoría se limita a escuchar las molestias y pare de contar…

Cuando un ciudadano deja su automotor en un parqueadero, en varios puede leer avisos donde le informan que la empresa no responde por daños o robos en su vehículo. A muchos los han robado y al reclamar les muestran el letrero y el empleado se encoge de hombros. ¿Es esta toda la responsabilidad de los dueños de esos parqueaderos?

La superintendencia de industria y comercio, entidad encargada de la vigilancia y control de estos establecimientos opina lo contrario. La ley 1480 de 2011, el Estatuto de protección al consumidor, en su artículo 18, se refiere a la prestación de servicios que suponen la entrega de un bien, establece las reglas que rigen al que lo recibe. El que preste servicio de parqueadero deberá expedir un recibo del bien donde mencione fecha y hora de la recepción, identificación del bien y estado en el que se encuentra, para lo que podrá utilizar medios tecnológicos que garanticen el cumplimiento de esta obligación. Expresa la ley: “quien preste el servicio asume la custodia y conservación adecuada del bien y, por lo tanto, de la integridad de los elementos que lo componen, así como la de sus equipos anexos o complementarios, si los tuviere”.

En su artículo 11 numeral noveno habla esta ley de la obligación de responder por los bienes que se entregan en custodia. Por lo tanto, la persona que presta un servicio que supone la entrega de un bien deberá responder por los daños ocasionados a éste o su perdida, sustituyendo el bien por otro o pagando su valor en dinero, lo que se hará con independencia del grado de culpa. Entonces, el prestador del servicio de parqueadero, como consecuencia de la obligación de custodia y conservación del automotor, responderá por los daños de que sea objeto el vehículo bajo su guarda y cuidado.

Si en el documento de recibo, no consta el estado del vehículo y sus anexos, se asumirá que lo recibió en perfectas condiciones con todos los elementos inherentes a él y deberá responder por posibles daños o robos. El usuario del automotor deberá acreditar que lo robado se encontraba dentro del vehículo al momento de iniciarse la prestación del servicio.

Por lo tanto, no tienen validez legal los avisos en los parqueaderos donde informan que no se hacen responsables por daños o pérdidas de objetos dejados en los vehículos. Es fácil, ahora con la tecnología de los celulares, que el usuario tome una foto de su automotor, como acto de previsión en caso de robo.


¡Ya no más copas, antenas, repuestos, radios, herramientas u objetos robados en los parqueaderos cuando estos se dejan en lo vehículos y que los encargados, que pueden ser cómplices, se hagan los de la vista gorda y se amparen en letreros sin fundamento para no responder!

miércoles, 25 de marzo de 2015

INCLUSIÓN Y PAZ

Hablar de inclusión debería ser un tema extraño en un sistema democrático porque se supone que es un proyecto político incluyente, que respeta minorías y busca el bien común. Sin embargo, nuestra democracia y nuestro sistema de vida no son incluyentes. Parecería que nos gusta la exclusión.
Nuestra sociedad se ha edificado desde la exclusión. Muestras de ella son los clubes sociales que gracias a las cuotas de afiliación imposibilitan que personas de bajos ingresos puedan codearse con los adinerados y poderosos. Sus entretenimientos también implican altos gastos para poder seleccionar solo a cierto tipo de personas. Una cancha de golf es costosa al igual que todos sus aditamentos.
Los colegios donde se educa la elite tienen mecanismos de exclusión. Más allá del elevado costo de las matrículas y pensiones, existen los bonos de afiliación. Están prohibidos, pero los piden de manera “voluntaria” para adjudicar sus cupos. Algunas universidades también obedecen a esta imagen de exclusión social. La manera como nos venden la sociedad de consumo va cargada de formas veladas de exclusión. Si quieres pertenecer al grupo de los poderosos tienes que aprender a vestirte como ellos, hablar como ellos, usar vehículos y celulares de la calidad de las que usan ellos, y hasta aprender a pensar y ser como ellos…
Esta exclusión deja por fuera a la mayoría de la población. A los excluidos se les vende la idea que el modo de vida de los que los excluyen es la que todos deberían merecer y anhelar. Lo grave es que muchos anhelan ese modo de vida y encuentran la vía del delito y del dinero fácil como la forma más expedita de abrir esta puerta exclusiva.
La política no se sale del formato. Solo los poderosos pueden acceder al poder. Si alguien no perteneciente al selecto grupo desea llegar al poder debe obtener su visto bueno antes que de las mayorías que votan y supuestamente escogen y eligen. Los medios de comunicación deberían expresar la voz de los que no tienen voz y no solo mostrar el punto de vista de los poderosos, esto no sucede. No es sino escuchar  o ver quienes opinan en ellos y se constatará la exclusión y su sesgo hacia los poderosos, a favor de las élites.
La propuesta de dividir un departamento para que en uno vivan indígenas y en el otro  mestizos tiene la esencia del pensamiento y comportamiento excluyente. La pobreza, la miseria y la discriminación que sufren blancos, negros, mestizos, indígenas, mulatos, hombres, mujeres y LGTBI, no se superan afinando la exclusión. Si no hacemos conciencia de los comportamientos excluyentes y discriminatorios en que vivimos, solo intentaremos modular lo que de suyo es odioso, generador de violencias, envidias, resentimientos y rencores.

La paz no se construye sin una verdadera pedagogía de la inclusión, del respeto, de la participación abierta y masiva, de la convivencia con el otro y no a pesar del otro. En esto de incluir hay que trabajar de la mano con educadores, universidades, padres de familia, empresarios, políticos, iglesias, es decir, con todos.
AJEDREZ ELECTORAL
La gobernación del Tolima se convirtió en el premio mayor para los barones electorales de la región. Como es un premio grande, las estrategias se vienen aguzando para desbrozar el camino.
Mauricio Jaramillo, viejo zorro político, organizó una terna de uno para quedar él como candidato a la gobernación por la Unidad Nacional dando una imagen democrática para la clientela. La aspiración de Jaime Eduardo Reyes no le causó preocupación. Tampoco Patarroyo ni Carlos García. El sendero estaba limpio para llegar al palacio del mango. Al aparecer Barreto en la arena cambiaron las cosas.
Según cálculos, si las elecciones fueran hoy, Barreto le ganaría a Jaramillo en Ibagué con un 30 a 35% de diferencia, lo que sería una diferencia escandalosa y que pese a la confianza de la Unidad Nacional en la votación departamental los pone a pensar. Otra preocupación es la cercanía de Carlos Edward Osorio a Barreto que aportaría votos significativos tanto en Ibagué como en otros municipios. El ajedrez político empieza a jugarse…
Designar a dedo a Rubén Darío a la alcaldía de Ibagué debería reducir la diferencia con Barreto. Sin embargo, este lanzamiento no causó el impacto que esperaban y espantaron mucha gente que apoya a Toledo. Esto favorecería a Oscar. Por Bogotá están moviendo fierros para que el Centro Democrático apoye a Carlos García con lo que se busca recoger unos electores que no votarían por Jaramillo y que se podrían ir a las filas de Barreto. La última estrategia, hasta ahora, es impulsar a su hermano Guillermo Alfonso como candidato para Ibagué.
Guillermo es un hombre polémico que va a levantar polvaredas por su verbo y temperamento. Saben que tiene pocas probabilidades de llegar a la alcaldía, pero puede desgastar la diferencia que ha logrado Barreto en este municipio. Desde ya anunció su voto por Mauricio y buscará polarizar la campaña para ganar adeptos para él y su hermano. Un pequeño tropiezo es que los candidatos al concejo de Cambio Radical se opusieron a votar por Guillermo Alfonso como les propuso Emilio. De todas formas Mauricio podrá jugar con dos cartas la alcaldía de Ibagué, con Rubén Darío y con su carnal, que de ganarse sería la fresa que corone el pastel, pero el verdadero pastel es la gobernación. Además, si las cuentas se dan, alguno de los dos podría renunciar en favor del otro, para buscar el triunfo en la alcaldía…
Un observador desprevenido podría decir que esto no tiene sentido porque son varios movimientos políticos y cada uno diferente para pensar que jueguen al unísono. La verdad es que en este ajedrez la ideología es para el discurso incendiario y camorrero, para la audiencia cada vez más escasa que le encanta el circo y la diatriba, pero para la práctica electoral lo que les interesa es el cálculo político, el pragmatismo cerrero, la conveniencia descarnada.

El tablero está dispuesto y aún faltan más jugadores. Cada discurso hay que leerlo entre líneas para entender los propósitos y las intenciones de quienes hablan de renovación pero llevan décadas mangoneando la política departamental y local.