jueves, 26 de abril de 2012


SPINOZA Y DIOS
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
El filósofo holandés Spinoza escribió sobre lo que él pensaba qué le diría Dios a los humanos…
“¡Deja de rezar y darte golpes de pecho! Quiero que salgas al  mundo a disfrutar de tu vida. Que goces, cantes, te diviertas y disfrutes todo lo que he hecho para ti. Vivo en los ríos, lagos y playas y ahí expreso mi amor por ti. Deja de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, éxtasis y alegría.
No me culpes por todo lo que te han hecho creer. Deja de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tu amigos, en los ojos de ti hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir cómo hacer mi trabajo? Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Así yo te hice… te llené de pasiones, de limitaciones, placeres, sentimientos, necesidades, incoherencias, de libre albedrío. ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?
Baruj de Spinoza
Olvídate de cualquier tipo de leyes o mandamientos, son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu pasado de alerta sea tu guía. Esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes; nadie lleva un marcador ni un registro. Eres libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti.Que me sientas cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme. Deja de complicarte y de repetir como loro lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones? No busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro…ahí estoy, latiendo en ti.”

jueves, 19 de abril de 2012


EL OROPEL SOCIAL
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
La genialidad del médico y compositor Jorge Villamil se expresó en una canción que refleja de cuerpo entero nuestra sociedad. Su composición musical Oropel, muestra cómo, para muchos, las apariencias se constituyen en lo más importante. No importa tener sino aparentar tener, no importa saber sino que la gente crea que se sabe. Esto que en una canción suena bonito, si lo miramos con cuidado es profundo y significativo.
En la vida académica hoy vale más tener un título que haber aprendido algo. Para muchos es más valioso un cartón que acredite estudios, que un conocimiento que lo sustente. Este mundo de apariencias llega a la vida privada, y empuja a hacerse implantes, liposucciones, aplicaciones de colágeno o de botox para esconder arrugas y demostrar juventudes que hace rato fueron perdidas o cuerpos esbeltos manipulados por los bisturís. Había abuelas para las que vivir de las apariencias era muy importante y recomendaban que no importara si se comía mal, había que eructar a pollo.
En muchas casas piden prestados manteles, cubiertos y platos para que los invitados a una cena se marchen con la impresión de lo bien que viven los anfitriones. Hay personas que tienen vajillas y joyas que sólo las utilizan para momentos especiales. Y esto ocurre en todos los estratos sociales. Conozco personas que se esmeran por pagar los aportes mensuales al Club social al que están afiliados, aunque sufran estrecheces para comprar el mercado, pagar arriendos, servicios públicos o las pensiones de los colegios de sus hijos.
La mayor expresión del oropel criollo lo vivimos en la reciente cumbre de las Américas en Cartagena. Se invirtió tanto dinero para embellecer la ciudad en un tiempo record, que los ciudadanos cartageneros expresaban con sorna que había que nombrar al Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, como alcalde de la ciudad heroica, porque lo que hicieron e invirtieron en unas semanas, nunca se había visto ni en todo el periodo de uno o dos gobiernos locales: escondieron a los pobres, lavaron lo que se mantenía sin asear, recogieron basuras acumuladas de años, pintaron fachadas abandonadas, repararon avenidas olvidadas y se aparentó una prosperidad que seguramente durará el escaso tiempo que demoren en marcharse los visitantes.
Vivir un mundo de fantasía, de apariencias, resulta animando a los jóvenes al dinero fácil, a creer que los esfuerzos por ser son vanos porque lo importante es tener. Una sociedad que alimente este tipo de comportamientos es una sociedad lastimada, que desperdicia oportunidades y que se conforma con bagatelas. Qué bueno poder trabajar entre todos por desechar las apariencias y cultivar los jardines del espíritu, por construir una sociedad donde no creamos eso de: “amigo cuanto tienes cuanto vales, principio de la actual filosofía…” 

jueves, 12 de abril de 2012

¡LA EDUCACION ES UN DERECHO!
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Suena obvio que la educación es un derecho. Sin embargo, en la práctica no lo es. Muchos no asisten a la educación preescolar por falta de recursos de sus padres o porque la oferta que hace el estado es insuficiente. Mirando con cuidado las cifras de cobertura preescolar descubrimos que son bajas para la educación estatal y que la mayor oferta la cubre la educación privada. Esto refleja un volumen significativo de niños y niñas por fuera del sistema escolar, es decir, seres humanos a los que este derecho se les conculca.
Por eso es tan valioso el aporte de la agenda inicial del Plan Decenal de educación lanzado el pasado 23 de marzo. Esta asume como bandera para la discusión pública la educación como un derecho fundamental e inalienable. Es novedoso que no se detiene en la mera enunciación del derecho como un tema meramente jurídico, sino que lo desarrolla de forma bastante interesante.
Para los expertos convocados por el Alcalde de Ibagué para la elaboración de dicha agenda, la educación que se imparta en el municipio debe tener en cuenta el derecho a la curiosidad, que debe hacer parte del desarrollo integral de la personalidad para que permita que el pensamiento científico e innovador florezca desde la escuela.
Según la propuesta, el derecho a la curiosidad debe ser parte integral del desarrollo de la personalidad y base del pensamiento científico e innovador. La educación debe ser el espacio donde la curiosidad se estimule y florezca. Tanto alumnos, profesores, directivos docentes y padres de familia deben defender a ultranza este derecho.
Otro derecho que destacan es el de la creatividad. En general, la educación tiende a uniformizar a los individuos, a estandarizarlos, a homogenizarlos impidiendo de esa manera que su singularidad, originalidad y diversidad se exprese libremente con los modelos y sistemas educativos. Los tiempos de hoy necesitan personas que sean capaces de transformar el mundo, y la creatividad es la llave para lograrlo. Sin creatividad la vida es sosa, gris y sólo produce más de lo mismo…
También destacan el derecho al juego, porque jugando se aprende con entusiasmo y con alegría permitiendo que la enseñanza deje de ser algo tedioso, farragoso y aburrido. A muchos niños no les gusta lo que les enseñan o cómo se lo enseñan. Como decía un ilustre pedagogo colombiano,  hacer de la educación un juego es posibilitar que la fiesta del recreo entre al aula de clase. La educación debe impulsar el derecho a la felicidad como constitutivo de ella. La agenda destaca, además, el rescate de derecho al arte, como el derecho a expresarse libremente por medio de la imaginación ya sea con la palabra oral o escrita, o con lenguajes no verbales como la pintura, la música, la escultura, la danza, el cine…
Otros pensadores, de otras latitudes, aportan otros dos derechos que consideran fundamentales: el derecho a equivocarse y el derecho a no ejercer la violencia. En educación el error debe ser semilla de saber, pero hay quienes creen que hay perseguirlo implacablemente. No practicar la violencia no es sinónimo de cobardía ni de debilidad. Finalmente, como lo expresa la agenda,el derecho a la educación solamente podrá hacerse realidad cuando ésta sea gratuita para todos los estudiantes hasta la educación superior.