¿VOTO OBLIGATORIO?
Cuando se habla de derechos humanos
se habla de su necesidad. Los derechos humanos son necesarios porque
corresponden a toda persona. Y además, al ser inherentes históricamente a la
persona humana son irrenunciables. Los derechos humanos son una conquista, que
se logró a sangre y dolor, que costaron humillaciones, lágrimas y sacrificios.
Estas conquistas permiten que los derechos de las personas tengan un espacio
que antes solo era para los deberes y obligaciones. Hoy todos los ciudadanos
tienen derechos y obligaciones, antes solo tenían deberes, los derechos eran
para unos pocos.
Existe una clasificación de los
derechos, que recoge nuestra constitución, es la de derechos fundamentales.
Serían algo así como la base, el terreno, los pilares sobre los que se
construyen los demás derechos. Otra clasificación es la de las garantías
sociales, que involucra los derechos económicos, sociales y culturales. Un
derecho fundamental que costó mucho lograrlo es el derecho a elegir y ser
elegido, en otras palabras, el derecho al voto.
Llama poderosamente la atención que
el derecho a elegir, a votar y participar, que costó tanto sacrificio y que
como derecho humano es irrenunciable y necesario, los ciudadanos decidan renunciar
a hacer uso de él y se automarginen de la toma de decisiones y permitan que
sean otros los que decidan por ellos, sin importarles que las consecuencias también
recaerán sobre ellos mismos.
¿Quién es el principal beneficiario
con la medida que pretende que los motociclistas usen casco y chaleco
reflectivo? ¿A quiénes protegen las recomendaciónes de usar cinturón de
seguridad al conducir? ¡Pues a ellos mismos! Pese a que el beneficio es para
ellos hubo que obligarlos. Es un contrasentido que haya que obligar personas a
que se cuiden y que se protejan. Por eso se prohíbe fumar en espacios con
presencia de público y se exige la vacunación de los niños, niñas y adultos.
Como diría la pedagoga alemana Alice Miller, son medidas que se hacen por tu
propio bien.
En Colombia, al contrario de la
mayoría de países de América Latina, el voto es voluntario. Los ciudadanos
pueden decidir si hacen uso o no de un derecho irrenunciable. Y la abstención
electoral es gigante. Han intentado estímulos para que la ciudadanía acuda a
las urnas con magros resultados. En las pasadas elecciones la abstención fue
del 43.58% y para cámara del 43.57%. Además los votos nulos fueron para senado
del 10.38% y para cámara del 12.23%. Gran parte
de los votos nulos son producto de la ignorancia electoral. Para
empeorar, muchos no saben votar, no saben hacer uso de su derecho irrenunciable
y fundamental a elegir y ser elegido y hacer parte de las decisiones del país.
¿Será que como en el caso de los
motociclistas, de la prohibición del tabaco, del uso del cinturón de seguridad
y de la vacunación, habrá que obligar a la gente? ¿Será que debemos iniciar un
debate serio y sostenido sobre voto obligatorio y pedagogía electoral? No se
pretende llegar a los extremos del jefe pirata que les dijo a sus marinos:
¡ustedes esta noche pueden hacer lo que quieran, y los que no quieran, los
obligamos! Pero si reflexionar.