LA MICROFÍSICA DEL PODER
Michel Foucault, filósofo
francés, dentro de los temas que trató, destaca el de la microfísica del poder.
Pensaba que el poder no es algo material que se transmite y se ejerce. Sino que
está inmerso en las relaciones entre las personas. Y que nace desde abajo,
desde la relación más simple y mediada por su estrecha vinculación con el
saber.
Esta microfísica se hace
evidente cuando un ciudadano cualquiera se enfrenta con la burocracia. Suceden
entonces, hechos que dan grima. Como el caso del simulacro de evacuación en
caso de desastres en un centro comercial, se requería la presencia de los
bomberos. Ellos llegaron y se acomodaron en el parqueadero del establecimiento
para actuar cuando se los necesitara. Todo funcionó a las maravillas. Salvo
cuando los bomberos fueron a retirarse alegres por la labor cumplida, y los
funcionarios del parqueadero exigieron el pago respectivo. No valieron
explicaciones, que ellos habían sido llamados para colaborar en un simulacro,
el funcionario, impertérrito, exigía el pago del parqueo. Y los bomberos no
tenían con qué pagar…
Igual cosa les sucedió a
otros bomberos a los que no les dejaron pasar a atender una emergencia, porque
no pagaban el peaje. El funcionario, muy orondo y muy majo, exhibía el
reglamento donde reza que todo vehículo debe pagar. El poder de un funcionario…
Otra perla ocurrió cuando
a una pensionada sus nietos le regalaron un viaje para pasar un tiempo en el
extranjero. Después de tres meses retornó a su ciudad natal. Por su ausencia no
cobró las mesadas pensionales. Fue a la oficina del caso para que le expidieran
su certificado de supervivencia. Ya con él fue a cobrar su dinero mensual de
jubilada. El funcionario que la atendió fue enfático cuando le dijo que no le
podía pagar si no le presentaba los certificados de supervivencia de los dos
meses anteriores. La señora se cansó de explicarle que si estaba viva hoy, era
porque estaba viva hace uno y dos meses. El poderoso funcionario, se encogió de
hombros y expresó que si no le traía esos papeles no le tramitaba el pago.
Hace un tiempo pedí un
permiso para transitar libremente durante la restricción de pico y placa. Me
preocupé de cumplir con todos los requerimientos que me exigieron. Una tarde un
agente de policía de tránsito al verme circular en horas de restricción, me
exigió orillar mi vehículo a un lado de la vía. Cuando me indicó que estaba en
la veda de pico y placa, le mostré el permiso otorgado por la Secretaría de
Tránsito municipal. Lo miró con detalle y después de un rato me dijo que ese
permiso no valía porque estaba firmado por un secretario anterior al actual.
Con paciencia le expliqué que los billetes
expedidos por el Banco de la República, algunos estaban firmados por
gerentes que ya no estaban y que seguían siendo válidos. O que las leyes las
firmaban presidentes que incluso ya habían fallecido, pero que seguían
vigentes. Nada. A regañadientes aceptó razones cuando le solicité su carne de
identificación como Policía. Como no estaba firmado por el actual comandante de
la institución me dejo marchar… La microfísica del poder.