domingo, 9 de octubre de 2016

COSECHANDO SEXO


En días pasados escuché a varias personas quejándose de la importancia que la sociedad actual le da al sexo. Añoraban épocas pasadas donde existían y se respetaban los valores. Y suponen esas épocas como célibes y recatadas. Quizá no comparta esos puntos de vista, lo cierto es que el sexo está metido por todas partes.
No pasa un día en que no publiquen los medios de comunicación la noticia de una mujer violada, abusada o manoseada, de acosos y chantajes sexuales contra funcionarias o funcionarios, de abuso sexual de niños por parte de familiares, vecinos, sacerdotes, pastores o maestros. Hasta las universidades denuncian casos de violaciones en sus campus. La guerra abunda en estos temas. No se salva la guerrilla, ni los paramilitares, las bacrim, la delincuencia común organizada, ni la misma Fuerza Pública. El sexo es el centro de las denuncias.
En las frecuentes crisis de pareja ocurre lo mismo. La infidelidad de hombres y mujeres, la impericia en la cama, las acusaciones de frigidez, eyaculación precoz y otros temas son frecuentes en los consultorios donde se tratan problemas de pareja. La música abunda en el tema sexual desde la mención sutil en algunas canciones, a las ramplonas descripciones en el reggaetón, cierto estilo de salsa o de música de carrilera. En el cine, Internet y las redes sociales es cada vez más presente. Igual ocurre con el homosexualismo y las aberraciones.
La pornografía, o cine de entretenimiento adulto, se ha convertido en una prometedora y rentable industria para el país. Es en la publicidad donde está la meca de la utilización del cuerpo como insinuación sexual. Para vender gaseosas, ropa, crema dental, vehículos, relojes, viajes, casas, perfumes, cigarrillos, etc., se utilizan mujeres y/u hombres semidesnudos como promoción comercial. El cuerpo se transforma en un objeto deseado y deseable. El modelaje se convierte en una jugosa y anhelada profesión en la que no hay que estudiar, aprender ni pensar, solo mostrar...
La salud se promociona con cuerpos esbeltos de hombres y mujeres. De la mano de estos, van dietas, aparatos para adelgazar o hacer ejercicio, drogas y malteadas mágicas y hasta cirugías estéticas que hacen más apetecibles a las personas. Eso sí, todo cuidadosamente embalado en el empaque de la autoestima…
La educación sexual que se imparte en las instituciones educativas no sirve para contrarrestar esta avalancha de invitaciones al sexo. Es un trabajo no siempre en manos de gente experta, con una frecuencia horaria que no se compadece con la intensidad y calidad con las que se ofrece el sexo de manera permanente y penetrante.
Si la educación sexual no se fortalece, si no desaparece el espíritu mojigato con el que se asume la educación sexual, la sociedad seguirá produciendo sicópatas sexuales, violadores, abusadores y pirotecnias sexuales atiborrando las cárceles y juzgados de victimarios. Además multiplicando las víctimas, la rabia y el desconcierto social. La mayoría de los padres y maestros no están preparados para hablar de sexo con sus hijos o alumnos y ellos aprenden con sus compañeros, amigos o pares. El tema es educativo, pero de educación de calidad.

lunes, 19 de septiembre de 2016

LA APROPIACION DE LA VERDAD Y LA VIOLENCIA

Vivimos en una sociedad patriarcal. Es decir, en una sociedad donde predomina la cultura de la competencia, del enfrentamiento, del poder como dominación, de la manipulación, el dominio, el control, la jerarquización, la negación del otro y las violencias. El patriarcado cultural se expresa claramente en la apropiación de la verdad. Cada uno de nosotros cree tener la posibilidad racional de acceder por un camino especial a la verdad y desde allí asumimos que podemos doblegar la resistencia mental de los demás con nuestros supuestos argumentos objetivos. La discusión sobre el plebiscito es una demostración clara de esta guerra verbal.
Como cada grupo se ha apropiado de la verdad está convencido que tiene la razón. Por eso los diálogos son de sordos. Ninguno quiere escuchar al otro sino imponer su verdad. Y en todas las discusiones el tono sube y se caldean los ánimos. En ocasiones terminan en violencias. Es paradójico que un debate por la paz encienda odios y rencores degenerando en insultos y vituperios.
Cada ser humano ha construido sus puntos de vista mediados por la cultura, por su experiencia de vida, por su educación, por su entorno. Por lo tanto, cada ser humano tendrá puntos de vista diferentes, pero igualmente válidos. Si entendemos esto, tendremos que aprender a respetar los puntos de vista de los demás que, si bien es cierto no siempre los compartimos o aprobamos, tienen tanta validez como los nuestros. Si de manera desprevenida escuchamos a los demás, podremos darnos cuenta de lo que argumentan y es posible que les demos en ocasiones la razón y nos convenzan. Eso es respetar para que nos respeten. Pero si solo nos interesa que nos escuchen y nunca escuchar, vamos haciendo una amplia calle de honor a la violencia…
No debemos permitir que decidir si queremos o no que un grupo armado se integre a la vida civil y deje de asesinar, secuestrar, extorsionar y hacer daño, nos divida y terminemos más llenos de rabia y odio que antes de esta convocatoria. Entiendo a los que tienen sed de venganza y quieren ver a los cabecillas de las FARC pudriéndose en la cárcel. También entiendo a los que se cansaron de la guerra y quieren que esto pare. Lo que no comprendo es que unos y otros se insulten y se miren con desprecio porque tienen puntos de vista diferentes. Estamos echándole sal a nuestras heridas y así no sanan. Deseo de todo corazón seguir queriendo a mis amigos no importa si votan SI o si se deciden por el NO. Nuestra sociedad tan acostumbrada a la violencia y la guerra necesita que sembremos respeto en nuestras almas para que de verdad germine la paz y la convivencia.
Los fusiles se pueden callar. Pero si nuestros corazones siguen cargados de irrespeto por los demás, va a florecer de nuevo el odio, la envidia, la incomprensión y la violencia. Y para desgracia de todos, la paz, cual paloma, lo que hará es volar muy lejos…

martes, 23 de agosto de 2016

MANUALES DE CONVIVENCIA, POLITIQUERÍA Y EDUCACIÓN

La reciente movilización ciudadana y de medios de comunicación en torno a los manuales de convivencia escolar ha desatado todo tipo de análisis y puntos de vista, tanto nacionales como internacionales, que valen la pena ser destacados. Veamos:
1.       El impresionante poder movilizador de las iglesias. En pocos días, sin necesidad de acudir a derroches de dinero, sin pagar buses ni publicidad, lograron grandes concentraciones de ciudadanos en las más importantes ciudades.
2.       Se demostró que las bajas tasas de lectura en Colombia son reales. En general la gente no lee, actúa por lo que le dicen y cree ciegamente lo que le predican. Muchos no habían leído los manuales ni conocían las normas contra las que protestaban. La mayoría desconoce que el estado debe garantizar los derechos de todos. Incluyendo los derechos de las minorías, porque los derechos de las mayorías no pueden negar los de los grupos minoritarios como indígenas, negros, discapacitados, o con orientación sexual diferente. Estos desconocimientos e ignorancias favorecen la manipulación y el engaño.
3.       Colombia es un país moderno, culto, tolerante, respetuoso de los derechos humanos, incluyente y que anhela la paz. Pero en el papel. En la práctica, no se respetan las ideas de los demás, se quieren imponer, si es del caso a la brava, los puntos de vista de los que se sienten mayoría. Y la paz que en el fondo se quiere, es la de acabar o invisibilizar a los contradictores y dejar vivos o visibles sólo a los que piensan igual a uno. Es la paz de los cementerios…
4.       La mentira, el engaño y las verdades a medias fueron grandes protagonistas en las marchas y concentraciones: la ministra expresó verdades a medias cuando dijo que las cartillas sobre orientación sexual no existían o cuando se refirió a la participación de Colombia Diversa en el proceso. Por las redes sociales circularon cartillas falsas que fueron suplantadas por literatura porno homosexual de Bélgica. Mintieron quienes acusaron al ministerio de educación de querer imponer ideologías de género, que entre otras cosas no existen. El tema de la identidad sexual en la escuela se viene tratando con cartillas publicadas también en anteriores gobiernos y con múltiples procesos de socialización.
5.       Los manuales de convivencia deben ser hechos por los padres de familia, los docentes, las directivas académicas y los estudiantes. Se deben actualizar cada año por la comunidad educativa. Las instituciones educativas son autónomas. El ministerio de educación debe vigilar que estos pactos, que estos acuerdos que son los manuales, se realicen respetando los derechos y acatando la ley, en el marco de la autonomía de las instituciones educativas. Hay manuales que se hicieron o se mandaron a hacer en 1994 y desde esa época no se revisan. Y los padres de familia, docentes y estudiantes o por desconocimiento de sus derechos o por indiferencia, no participan en su construcción.
6.       El tema de la educación al fin se tomó la tribuna pública. Pero como siempre, para el manejo politiquero no para nada bueno. No ha existido un debate amplio y serio en torno a una educación pertinente y de calidad, menos sobre educación sexual, inclusión, embarazo adolescente, sobre el consumo de sustancias sicoactivas en la escuela o la violencia creciente en el ambiente escolar.

Muchos de nuestros estudiantes salen mal preparados de su bachillerato y no pueden acceder a un cupo en la educación superior. ¿Por qué los padres de familia que se movilizaron en días pasados gritando que exigen respetar su derecho a educar a sus hijos, nunca van a las escuelas de padres de sus colegios, tampoco participan en las actualizaciones de los manuales de convivencia ni exigen que de verdad se hagan cada año, ni protestan cuando la educación colombiana se raja en las evaluaciones internacionales o cuando las pruebas SABER demuestran la muy baja calidad de nuestra educación? Tampoco salen a las calles a protestar por la violencia creciente en las instituciones educativas. Nunca he visto protestas por la baja calidad en la enseñanza de la física, las matemáticas o las ciencias sociales. Al contrario, algunos dan espectáculos grotescos como los que se presentaron en la final de futbol sala entre dos colegios de Ibagué, donde los padres se trenzaron a puños e improperios por el resultado final del encuentro deportivo de sus hijos.

Si la educación realmente importa tanto, ¿por qué es tratada tan mal y no hay movilizaciones masivas de padres, políticos y ciudadanos de a pie para defenderla, fortalecerla y financiarla adecuadamente? Una educación de calidad pasa por la calidad de los maestros. ¿Por qué no hay las grandes protestas ciudadanas y de las iglesias por lo mal pagos que están nuestros maestros, por las pocas oportunidades para cualificarse y los escasos estímulos que se ofrecen?

Muchos de los políticos que vimos en las marchas han sido actores principales en la corrupción que se ha saqueado las arcas de la educación pública. Algunos padres de familia, no todos, han hecho negocios turbios con narcotraficantes y corruptos que hoy tienen a la juventud acorralada por la droga y el delito, pero hablan y exigen combatir la drogadicción en la escuela. Muchos padres separados, con hogares paralelos y con hijos abandonados, gritaban en defensa de la familia tradicional pero no de la calidad de la enseñanza. Una senadora, con un hijo homosexual declarado, casada por la iglesia, separada y en unión libre con un ex guerrillero levanta la bandera de la moral y del concepto tradicional de familia. ¡Realmente este es un país de mojigatos! Se deben hablar y discutir sin miedos ni presiones todos los temas de la sociedad.

¿No creen que en este debate hay más politiquería, intereses personales y de grupo, de apariencias y vanidades que verdadero interés por una educación con calidad, por la familia y las buenas costumbres?

miércoles, 3 de agosto de 2016

CRECE LA IMPOPULARIDAD Y LA DESCONFIANZA CON EL ALCALDE DE IBAGUÉ AGUSTIN ANGARITA LEZAMA


La más reciente encuesta contratada por El Tiempo y La W radio a Datexco, muestra como cae en picada la favorabilidad de nuestro alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo. Las cifras son contundentes: en enero de este año la aceptación del alcalde era del 72%. En julio pierde 20 puntos y baja al 52%. También la imagen desfavorable le aumenta rápidamente. En enero era de sólo un 11% y en julio crece 28 puntos y asciende al 39%.
El Centro Nacional de consultoría también mide la imagen positiva de los alcaldes para el noticiero CM&. En abril, para evaluar los primeros cien días la aceptación del alcalde Guillermo Alfonso era del 83% pero en junio descendió a 74%. ¿Por qué en tan sólo 6 meses de gobierno se deteriora tan rápido la imagen favorable del mandatario? Veamos algunos aspectos que a los ciudadanos no les ha gustado del actuar del alcalde de Ibagué.
·         Despedir a mujeres embarazadas argumentando que no tenían derecho a quedarse trabajando y luego recibir por parte de la justicia la orden de reintegrarlas. El estado debe ser garante de derechos y él con su proceder parece no entenderlo.
·         Nombrar a personas con inhabilidades reconocidas: dos abogados, una secretaria y un gerente. En este último caso se supo por declaración de quien él dijo sería “sus ojos en el IBAL”, que con conocimiento pleno lo nombró, pero puso a otro a posesionarlo para no implicarse…
·         Mantener ilusionadas a muchas personas trabajando sin pagarles sueldo durante varios meses, para mostrar esto como un ahorro presupuestal, mientras gasta millones en una nómina paralela de funcionarios de su confianza.
·         Traer a trabajar en la ciudad a personas de Bogotá, la costa o Medellín cuando ya en sus manos se le disparó el desempleo y la informalidad.
·         La improvisación que se ve por todos lados: 14 proyectos de acuerdo rechazados en el Concejo por falta de documentación, sustentación, soportes y planeación.
·         Permanente maltrato verbal y actitudinal con subalternos y líderes comunales y cívicos.
·         El trato descortés, grosero, displicente y retador con miembros de la prensa, empresarios, inversionistas, autoridades y profesionales de la ciudad.
·         La cascada de impuestos que lesiona el bolsillo de los ibaguereños: reajuste del predial, valorización, plusvalía, sobretasa ambiental…
·         Las promesas de campaña incumplidas como el caso de la prohibición del parrillero para los motociclistas…
·         La inoperancia frente a la inseguridad y el aumento del delito en el municipio.
·         La manera como ordenó a sus funcionarios oponerse a las acciones bien encaminadas del gobernador Dr. Oscar Barreto, con lo que perjudicó barrios y comunas de Ibagué.
·         El manejo politiquero, sectario y cargado de odios que le viene dando a su gobierno.
·         Los escándalos por acciones fuera de la ley como lo demuestra una demanda penal que le acaban de instaurar en la fiscalía.
Estas son algunos puntos que explican por qué ha caído su popularidad y crece la desconfianza ciudadana. Nunca antes, en tan poco tiempo un alcalde había generado tan acelerado derrumbe de su imagen y credibilidad…

jueves, 7 de julio de 2016

LA LEALTAD Y LA OBEDIENCIA

Hace unas semanas un mandatario local ordenó la declaración de insubsistencia de uno de sus funcionarios. Entre las explicaciones que dio por la salida de su empleado, era que él exigía lealtad a sus subalternos. Que él no toleraba cuando fallaba la lealtad. Pensando el asunto considero que vale la pena examinar este tema de la lealtad.
Lealtad es un término heredado de la edad media. En esa época el Feudalismo era lo que imperaba. El dueño de las tierras y por lo tanto de la riqueza, era el Señor y los pobres o vasallos en una ceremonia especial le juraban lealtad, sumisión, veneración y respeto. Esta ceremonia se denominaba Homenaje. El Señor, gran terrateniente, en la ceremonia entregaba un predio o feudo a quien se asumía como su servidor y le prometía protección y apoyo. El vasallo o siervo se comprometía a su vez, a obedecer todas las decisiones y órdenes del Señor sin derecho a juicios éticos ni morales. Era la lealtad.
Pero el mundo fue evolucionando y el Feudalismo quedó atrás. El descubrimiento de América abrió nuevos mundos, la invención de la imprenta facilitó la difusión del pensamiento, la Reforma separó los asuntos de la iglesia de los del estado, la enciclopedia y la Ilustración crearon nuevas formas de pensar y sentir, las revoluciones norteamericana y francesa transformaron la política con conceptos nuevos como democracia, libertad, razón, autonomía, modernidad y estado.
Dentro de esta revolución del pensamiento es famoso el texto del filósofo alemán I. Kant, en el que contesta la pregunta ¿Que es la ilustración? Kant explica con claridad que, un ser humano ilustrado, culto y libre es quien hace uso público de su razón y de su propio entendimiento. Es decir, ilustrado es quien es capaz de pensar por cabeza propia, sin depender de vasallajes ni subordinaciones de su pensamiento y expresando públicamente lo que piensa y siente. Este es el sujeto de la democracia. Necesita la democracia ciudadanos ilustrados, libres, no leales, pusilánimes y obedientes.
Si bien es cierto se dijo que el Feudalismo había quedado atrás en la historia, no han desaparecido del todo sus rasgos y todavía se ven manifestaciones feudales y añoranzas señoriales. Aún se encuentran mandatarios con ínfulas de Señores que gritan e insultan tratando a sus funcionarios como peones de finca o como serviles vasallos y siempre exigiendo obediencia ciega y lealtad. Claro que esto lo hacen invocando la moderna democracia. Para ellos el buen trato es mera cortesía, rememorando las cortes señoriales donde la apariencia y los abolengos era lo más importante.
Y todavía algunos se preguntan por qué somos una sociedad atrasada…

martes, 21 de junio de 2016

LA PAZ Y SUS ENEMIGOS


El proceso por la paz lo quieren convertir en un enfrentamiento entre el presidente Santos y el senador Uribe. O entre lo que representan cada uno: la burguesía urbana industrial y financiera, y la burguesía terrateniente rural. Pero el asunto no es tan simple. Es cierto que hay gente que opina que la historia es cíclica y que los sucesos a veces se repiten como el caso de los paramilitares, pero los procesos siempre avanzan, pueden tener cierta similitud, pero son diferentes. Sin embargo, hay que estudiarlos y entenderlos.

Como lo planteó el sacerdote Francisco de Roux, lo que está en juego no es el futuro de las FARC, ni del ELN, ni del Presidente Santos sino la verdadera posibilidad de vivir sin matarnos, sin miedos, sin terror y en una convivencia pacífica. Lo que sucede es que como la guerra ha ocurrido a mucha distancia de las ciudades, sus habitantes ven la guerra como algo que ocurre muy lejos y que no los afecta. Salvo cuando algunos han sido secuestrados o boletados en sus fincas. Muchos de ellos quieren seguir la guerra, que se arrecien los bombardeos y ataques contra la insurgencia. Quieren vengar los daños que han sufrido y sólo cesarán sus ataques a la paz cuando vean a todos los supuestos culpables muertos o en la cárcel.

¿Cómo golpean los enemigos de la paz el proceso? Lo primero que hacen es tratar de desinformar a los ciudadanos para desprestigiar el proceso. Dicen que no se oponen al fin de la guerra sólo para mostrar una imagen de defensores de la paz. Pero lo que buscan es ponerles palos a las ruedas del proceso de paz. Invocan a las víctimas, a la justicia, al sentimiento patrio para defender sus ocultos intereses. No les tiembla el pulso para inflamar los odios y los llamados a la venganza y la retaliación. Atacan la paz sembrando terror entre los ciudadanos incautos.

¿Qué defienden los enemigos de la paz? Si se esculca con cuidado encontraremos que detrás de esta supuesta resistencia civil están los que se apropiaron de grandes extensiones de tierra, que desplazaron e hicieron asesinar a miles de campesinos, o los que compraron a precios ínfimos las tierras abandonadas por los campesinos obligados a migrar para salvar sus vidas. A estos nuevos propietarios los quieren hacer aparecer como compradores de buena fe… Es por eso que estos grupos le han declarado la guerra a la restitución de tierras y a la ley de víctimas.

Vivir en paz es un viejo anhelo de millones de colombianos. Sin embargo, unos pequeños grupos, con fácil acceso a medios de comunicación quieren impedir la paz, utilizando el sufrimiento de las víctimas y la sangre de los soldados y policías caídos. Por lo tanto, los que somos ya mayores debemos pensar si la herencia que les queremos dejar a nuestros hijos y nietos es un país en guerra, lleno de odios, envidias, violencias e injusticias. Y los jóvenes si lo que quieren es un país sin oportunidades, sin esperanzas y sin opciones de futuro como el que hoy tenemos. La paz no transformará el país de un día para otro, pero será la llave que abra las puertas de las oportunidades para todos. Para eso se necesita que los indiferentes, los apáticos y los que creemos en la necesidad de la paz nos expresemos y nos hagamos sentir. Ese es el camino…

jueves, 2 de junio de 2016

DESERCIÓN Y UNIVERSIDAD HUMANA

En días pasados la alcaldía municipal les informó a los estudiantes de la Universidad Humana que deberían firmar un pagaré y tener el respaldo de un fiador con finca raíz para garantizar el pago de la inversión en sus estudios y que serían reportados a las centrales de riesgo si no pagaban. Una de las excusas para esto era la deserción que se estaba presentando. Para los noveles administradores la deserción del 20% es inaceptable, lo que denota un gran desconocimiento sobre la realidad de la educación superior en el país y en Latinoamérica. Además, piensan que es el colmo que se desaproveche una oportunidad y se pierda un recurso invertido…
Para la Administración anterior la educación es uno de los instrumentos más importantes con los que puede contar una región para asegurar su desarrollo humano y social. Por lo tanto, buscó aumentar las oportunidades de acceso a la educación superior para los jóvenes tolimenses e ibaguereños de escasos recursos económicos. Pero también para los adultos en condiciones de discapacidad, para las madres cabeza de familia o para las víctimas del conflicto armado en Colombia. Creó la Universidad Humana una apuesta educativa con altísimo sentido de responsabilidad social. La acogida fue extraordinaria…
Sin embargo, vale la pena advertir que la deserción escolar es muy diferente a la deserción universitaria. No se deben comparar porque obedecen a factores muy distintos.
¿Qué es deserción en educación superior? Se denomina desertor a aquella persona que siendo estudiante de una institución de educación superior no presenta actividad académica durante dos semestres académicos consecutivos, lo cual equivale a un año de inactividad académica. Esto aún no se ha medido ni cuantificado con exactitud en la Universidad Humana.
Recordemos que sólo hasta el 2003 se empezó a estudiar y evaluar la deserción en educación superior como problema en Colombia. En el 2004 la deserción universitaria en el país era del 48.4% y se logró reducir a un 44.9% en el 2008. La deserción promedio en Latinoamérica era del 55% según datos de la Unesco a través del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, IESALC.
Los recientes resultados del seguimiento de la deserción estudiantil en educación superior demuestran que el principal factor determinante del abandono de estudios en Colombia se sitúa en la dimensión académica: está asociado al potencial o capital cultural y académico con el cual ingresan los estudiantes a la educación superior. Los factores financieros y socioeconómicos están a continuación, seguidos por factores institucionales y los de orientación vocacional y profesional. Es simplista y miope medir la deserción desde la óptica costo-beneficio como lo hace la administración actual.
Según el Sistema de Prevención y Análisis de la Deserción en las Instituciones de Educación Superior SPADIES, la deserción acumulada después de varios semestres para los programas técnicos profesionales es del 65%, para los tecnólogos profesionales del 60% y para los que cursan carreras universitarias del 45%.
Según SPADIES la deserción durante el primer semestre para los estudiantes universitarios es cercana al 20%; para la población que estudia una carrera tecnológica profesional es un poco por encima del 25% y para los de técnica profesional es muy cercana al 30%.
Si se compara la deserción de la educación superior pública y privada, se constatará que son similares, aunque levemente más alta en la privada. Durante el primer semestre un poco por encima del 20%, a los 4 semestres es de casi el 40%; y a los 6 semestres se acerca al 45%.
La deserción en educación superior en el Tolima es muy similar a la de otros departamentos. Pero hay temas que se deben mirar con cuidado:
* A menor ingreso familiar mayor deserción.
* A menor puntaje de ICFES mayor deserción.
* Los hombres desertan más que las mujeres
* A menor nivel educativo de la madre mayor deserción.
* Si cuando presentó el ICFES ya trabajaba, hay mayor deserción.
* Los estudiantes que carecen de vivienda tienen mayor deserción.
* Existe una diferencia muy grande en la deserción entre los que tiene apoyo financiero y los que NO lo tienen. Para el 2014 la deserción en educación superior para los que NO tenían apoyo financiero era del 80% mientras que los que SI lo tenían desertaban en un 20%. Durante el 2015 los que NO tenían apoyo desertaron en un 78% y el 22% de los que SI recibieron apoyo.
Durante 2010 a 2012 según los jefes de departamento académico de las instituciones de educación superior los mayores causales de deserción fueron las dificultades académicas. Luego las dificultades familiares, luego los compromisos laborales, y después las dificultades económicas… Dentro de las dificultades académicas están las bajas competencias de comprensión y producción textual. Las bajas competencias de cálculo y las bajas competencias interpretativas. Además, la baja adaptación al medio universitario.
Esto quiere decir que la deserción no se supera con pagarés, reportando a las centrales de riesgo ni poniendo más trabas a los estudiantes para ingresar a la educación superior. La mayoría de estudiantes adultos que ingresaron a Universidad Humana hacía varios años habían terminado estudios. Se habían desacostumbrado al ritmo de estudio y no conocían el rigor universitario. Tampoco tenían una suficiente orientación profesional y vocacional. Los estudiantes jóvenes de estratos 1, 2 y 3 tenían bajos resultados en las pruebas SABER 11 y muchos provenían de hogares pobres con dificultades.
Más de mil estudiantes fueron beneficiados. Algunos no pudieron con el ritmo de estudio porque trabajaban, otros porque los patrones nunca les facilitaron los horarios para estudiar y otros porque ya habían olvidado temas académicos. Las universidades colaboraron para dar inducciones y apoyo a estos alumnos. Unos perdieron su primer semestre y lo repitieron por su cuenta. Otros quieren intentar de nuevo, luego de disfrutar la experiencia de ser universitarios.
En el caso de los jóvenes se dieron cuenta que la preparación recibida en las instituciones educativas oficiales era deficiente. Que no hay continuidad académica entre el bachillerato y la universidad pues el paso de la educación media a la superior constituye un momento crítico en el fenómeno de la deserción. ¿Esto lo sabrá la administración municipal y pensará hacer algo?
Es muy claro, y todos los estudios lo confirman, que los estudiantes con menores ingresos al momento de iniciar sus estudios tienen mayores probabilidades de desertar y que la retención de alumnos con padres de menor nivel de educación es muy baja. Eso lo entendía muy bien la Universidad Humana. Pero la solución no es financiar a los que pueden pagar y a los que tengan quien los respalde. En los hogares y barrios pobres los jóvenes no tendrían opciones de educación superior y lo que hizo el gobierno anterior fue abrir la puerta de las oportunidades. Lo que apostó fue por creer en ellos sin importar su pobreza ni su capacidad de pago. Fue brindar oportunidades para los desplazados, los ciudadanos en condición de discapacidad, las madres cabeza de familia, las víctimas, los pobres y necesitados…
Los hogares pobres acuden a los préstamos gota a gota porque no tienen como respaldar sus deudas en los bancos. No tienen quien los fie y seguramente figuran en Datacrédito. Pero ahora la alcaldía en lugar de brindar apoyo académico, económico y de orientación a los estudiantes para que culminen sus programas en los tiempos establecidos, les pondrán a firmar letras o pagarés con codeudor para que sus hijos y familiares estudien en la universidad.
¿Con qué cara van a embargar a los pobres porque por diversas razones que la Administración desconoce y no le importa, desertaron de su educación superior? Si les piden un título valor como respaldo es para hacerlo exigible en caso de incumplimiento. Me imagino la cantidad de muebles desvencijados, bacinillas, platos averiados y televisores viejos retenidos como prendas, que engalanarán el despacho del alcalde y del secretario de hacienda, gracias a los embargos a los desertores, a los pobres a los que les cerraron la opción de educación superior y les impidieron soñar con un futuro digno y mejor.… ¡Esto es el socialismo al revés! ¡Universidad para los que tienen!

martes, 24 de mayo de 2016

AUTOCRACIA Y CIUDAD

Los autócratas o dictadores tienen unas características que los define y los hace similares en todas partes. Una muy importante es que no permiten la crítica. La detestan. Se sienten poseedores de la verdad y no aceptan ninguna objeción a sus mandatos. Como piensan que tienen la verdad se dedican a hablar y hablar y sólo desean que los escuchen. Sus reuniones con los subalternos son interminables monólogos. Asumen que quienes los rodean están equivocados, son brutos, ineptos, pícaros o de mala fe. Además, les encanta sentir que todos tiemblan a su alrededor.

Cuando un autócrata siente que lo critican, responde en primer lugar, haciéndose la víctima. Resalta su honradez, su denodado esfuerzo por los pobres y desvalidos, su entrega al trabajo, etc. Habla de complot contra él y de cómo los malos se unen para atacarlo. Y a renglón seguido, trata de demeritar las calidades de quienes lo critican. Nunca responde la crítica o si lo hace es mediante resbalosas justificaciones. Toda su fuerza argumentativa la pone en hablar mal del que lo critica. Y pone a sus áulicos a hacerle coro. Como algún defecto debe tener el contradictor, entonces magnifica el defecto, lo recalca y resalta para evitar así responder la crítica que le han formulado. Y sus áulicos repiten la fórmula.

Además de lo anterior, tiene un rasero diferente para medir las faltas. Él sólo comete leves errores, eso si, fácilmente subsanables y movido por las circunstancias, empujado por los hechos no por torcidas intenciones. Los autócratas son expertos en entregar excusas y justificaciones para evadir responsabilidades. Confunden tener carácter con la grosería y la altanería. Se presumen buenos, aunque a veces se ven obligados a leves equivocaciones. En cambio, los otros son de naturaleza perversa. Son corruptos, tramposos, malignos y malintencionados.

Los autócratas consideran que la democracia debe ser la presencia de millares de orejas que los escuchen con atención, pero en seres humanos mudos, gregarios y obedientes. Se arrogan la honradez, la transparencia y la probidad. Pero si los escrutan con cuidado, aparecerán sus vivezas, sus trampas solapadas, sus negocios amañados y sus subterfugios consuetudinarios…

¿Conoce usted algún autócrata en Ibagué?

viernes, 22 de abril de 2016

¿CÓMO VAS? ¡MUY BIEN Y MEJORANDO!

Colombia es un país de contrastes. Con pobrezas infinitas sobreviviendo lado de riquezas alucinantes, pero sin ningún tipo de aspavientos de los observadores. Hemos interiorizado y justificado estas abismales diferencias y nos parece que son normales. La miseria crece al lado de la indiferencia y la apatía. El Estado parece haber sido hecho para funcionar mal o para no lo hacerlo. El bien público parece que a nadie le interesa. Lo que prima es el egoísmo y el individualismo. Ya nuestro coterráneo, el escritor William Ospina, nos lo recordó en el primer capítulo de su obra sobre Juan de Castellanos: “Cualquier colombiano lo sabe: aquí nada sirve a un propósito público. Aquí sólo existen intereses particulares. El colombiano sólo concibe las relaciones personales, sólo concibe su reducido interés personal o familiar, y a ese único fin subordina toda su actividad pública y privada.” 
 Para encarar esta situación hay ahora dos tipos de comportamientos. Uno antiguo y tradicional que consiste en quejarse por todo y de manera permanente sin hacer nada para superar las dificultades. Pero recientemente ha crecido una nueva manera que pretende arreglarlo todo tratando de verla sólo desde lo positivo. Que unas personas, si bien están sin trabajo, llevan meses entregando hojas de vida, enfrentado puertas cerradas y pasando penurias, creen que con solo decir que les va muy bien, esto arreglará sus problemas. Además, se justifican diciendo que hay que tener esa actitud… Son los extremos que nos caracterizan. O nos quejamos y lloramos, o nos reímos ante los infortunios. En ambos casos hay una impostura gigante, una simulación. 
¿De qué sirve quejarnos y condolernos por la situación del país si no hacemos algo por transformar esas situaciones de injusticia y desigualdad que nos caracterizan? ¿Qué ganamos con simular bienestar y tranquilidad, cuando el agua nos llega al cuello? Creo que necesitamos parar un momento y reflexionar. Cuando hablo de reflexionar, me refiero a pensar de nuevo y con criterio crítico lo que hacemos y lo que nos sucede. Es tener el carácter de asumir responsabilidades. No es vivir echándole la culpa a los demás. Para encontrar la causa de nuestros males no podemos hacerlo sin mirar nuestro corazón, nuestros actos, nuestro proceder. Por lo general culpamos a los demás de nuestros males y presumimos bondad e inocencia en nuestros actos. 

Nuestra postura no es asumir la negatividad del que todo lo ve malo, que todos son enemigos y que nada se podría hacer porque una golondrina no haría verano. Tampoco es la ridiculez de creer que todo está bien y que lo estamos mejorando. Lo que debemos hacer es informarnos bien de lo que pasa, tener el carácter de reconocer en lo que contribuimos a empeorar para corregirlo, y darnos a la terea de cambiar y transformar lo que esté mal. Cada uno de nosotros, desde su espacio personal puede ayudar a cambiar las cosas. Pero hay que hacer, hay que actuar, no conformarnos con decir que las cosas están bien o muy mal y seguir inactivos o indiferentes, pensando de manera egoísta y creyendo que los que deben transformar la ciudad, la región o el país deben ser los demás…

viernes, 4 de marzo de 2016

LO QUE NOS DEJÓ EL HURACÁN VICKY

Todo parece indicar que ya pasó el remezón que causó la publicación de un vídeo por un medio de comunicación, en el que dos personas del mismo sexo pactaban un encuentro sexual, y que desató la renuncia de un viceministro y del director de la Policía junto con la salida de la directora del medio de comunicación que generó el escándalo. Si es verdad que Colombia es un país civilizado y sensato, podríamos pensar ¿qué dejó como reflexiones positivas este huracán mediático?
Que los periodistas y comunicadores deberían recordar siempre que lo único importante no es la “chiva” ni “tumbar” funcionarios, sino informar con la verdad y al servicio de la comunidad.
Que las empresas que dirigen los medios de comunicación no deberían seguir presionando a sus empleados periodistas para obtener información que le permita posiciones privilegiadas a la hora de negociar pauta o contratos con el estado y sus gobernantes.
Que el periodismo investigativo debería tener como meta el bien común y no para obtener información que pudiera ser utilizada para beneficio personal.
Que el periodismo investigativo no debería pretender desplazar a la justicia, por lo tanto, no debería condenar ni exigir condenas suplantando el papel y autoridad de los jueces o magistrados. Su papel sería apoyar a la justicia, pero no sustituirla.
Que el periodismo como el Cuarto poder no es quien completa la repartición de la torta con los otros tres poderes en el país, sino que debería representar el bien público, los intereses colectivos y de la comunidad, la defensa de la democracia, del erario y la ética ciudadana.
Que, si el periodismo no es consustancial a la ética, al respeto personal y de los demás, perdería su esencia y su razón de ser.
Que la libertad de prensa, como bien público, debería ser innegociable. Que habría que defenderla de todo ataque. Es verdad que algunos profesionales con sus actitudes venales, irresponsables y temerarias ponen en entredicho un bien que es de toda la sociedad, pero esto no debería ser óbice para defender la libertad de prensa.
Que los gobernantes, políticos y dirigentes privados de la sociedad no son inmunes. Que todos sus actos en ejercicio de sus funciones públicas deberían ser escrutables. Por la tanto, el peso de la ley también les cabría.
Que los periodistas y comunicadores no deberían ser vistos como enemigos de los gobernantes, funcionarios ni dirigentes privados. Como humanos se equivocan y debieran estar dispuestos a reconocer y enmendar sus errores.
Que la justicia habría sido permeada por la corrupción, pero no todos los jueces, magistrados o funcionarios de esa rama serían corruptos ni perseguidores de periodistas o comunicadores.
Que en general este es un país homofóbico y proxeneta. Que se escandaliza por el tráfico sexual de prebendas entre hombres y su posible prostitución, pero que ha tolerado desde siempre la prostitución femenina y se ha hecho el de la vista gorda con el acoso y el tráfico sexual femenino en el estado y empresas públicas y privadas. El constreñimiento a la prostitución y el acoso sexual se deberían combatir, no importa el género de la víctima.

Estas podrían ser algunas de las reflexiones en un país que se dice civilizado, en el que ya se olvidaron las razones del escándalo, como la comunidad del anillo, el tráfico de influencias, el chantaje, la corrupción en la meritocracia, el enriquecimiento ilícito y el espionaje descarado a la función y privacidad de periodistas y funcionarios públicos. ¿Usted qué opina?

jueves, 25 de febrero de 2016

CREDITOS GOTA A GOTA Y LA RESPONSABILIDAD BANCARIA

Son muchas las quejas por los atropellos de los cobradores de los créditos “gota a gota” en la ciudad. Esta no es una actividad nueva. Lleva muchos años funcionando pese a que cobra intereses altísimos. ¿Por qué las personas siguen utilizando este tipo de crédito? Son varias las razones. La primera es la flexibilidad. No se necesita pagar para que le hagan estudios del crédito, no hay que abrir una cuenta bancaria con un saldo de un salario mínimo, ni llenar engorrosos formularios, hacer colas y largas esperas, ni tener fiadores con finca raíz, ni nada por el estilo. Es muy fácil acceder a estos créditos. Además, el pago diario hace creer que no es difícil de cubrir. El sistema bancario, así no lo reconozca, está diseñado para prestarle dinero y servicios a los que tienen, no a los que los necesitan. El sistema legal apoya a los que no necesitan y los que de verdad necesitan, que son millares de pobres, desempleados, rebuscadores, madres cabeza de familia, etc., se ven obligados a buscar soluciones ilegales o informales a sus necesidades de recursos. Lo llamativo es que los pobres, los necesitados, en general son “buenas pagas” o de lo contrario estos prestamistas habrían quebrado. Sólo algunos se “cuelgan” y no pagan. Y como es un sistema informal con cobros ilegales, recurren a matones para intimidar y recuperar inversiones. Las autoridades deben proteger a los ciudadanos y castigar a los agiotistas por los cobros a tasas ilegales. Pero con esto no se soluciona el problema. Porque la necesidad del dinero sigue y el sector bancario con su rigidez y poca responsabilidad social, le interesa poco contribuir con la solución. Los bancos cobran por todo. Si hace un retiro o una consulta de saldo debe pagar. Como los retiros grandes por cajero no están permitidos, el cliente se ve obligado a hacer varios retiros y pagar por cada uno de ellos. Esto encarece la transacción. Para acceder al servicio de un cajero electrónico hay que tener una tarjeta cuyo manejo por parte del banco, se lo cobra al cliente. Quienes viajan pueden contrastar en el extranjero los elevados costos que se pagan por estos servicios en Colombia. Las microfinanzas y los microcréditos con sentido social han demostrado que son una oportunidad para los pobres y necesitados. El banquero, economista y premio Nobel de la paz, Muhammad Yunus en uno de los países más pobres del mundo, Bangladesh, comprobó que, hasta los pobres más pobres, cuando se les da una oportunidad pueden acceder a créditos tradicionales para salir de la pobreza y lograr su propio desarrollo. Los pobres pagan sus créditos a tasas legales, no de usura, y si reciben apoyo técnico y financiero se convierten en emprendedores exitosos. Yunus creó un banco que le presta dinero a los pobres, a intereses bajos, con muchas facilidades para la obtención de los créditos. Ahora es perseguido y difamado por ayudar… Estos modelos son replicables. Lo que se necesita es que funcionen con responsabilidad social, con ética y trasparencia. Solo así se destierra ese flagelo del “gota a gota”, de los cobros aterradores con hombres armados en motocicletas que vociferando improperios y amenazas causan el pánico en deudores morosos, en familias y vecinos. Muchos de los dineros que circulan en estos créditos son ilegales, pero deben reposar en sendas cuentas bancarias legales…

viernes, 19 de febrero de 2016

VIOLENCIA EN LA COTIDIANIDAD

El tema de la paz está en boca de mucha gente. Unos porque la desean con firmeza y otros porque no creen en el proceso que desarrolla el gobierno. Las sensaciones frente a la paz son disímiles. Para unos la firma del tratado de paz será suficiente para iniciar la transformación del país. Otros la ven como una imposible tarea. Muchos son escépticos. Pienso que la firma es parte del proceso, es un inicio, pero se deben allegar muchas cosas para atemperar la paz.
Hemos aprendido a vivir en un ambiente de competencia y enfrentamiento. Una sociedad patriarcal como esta hace pensar que la vida es campo de lucha, que no hay que confiar en nadie, que vivimos en eterna competencia, que nada se nos dará gratis y todo lo debemos ganar… La creencia en una lucha permanente por la supervivencia, nos pone en la disyuntiva de ganar o ganar. No sirve dialogar ni escuchar. Solo sirve obtener lo que se quiere, no importa cómo. La violencia, como instrumento para ganar, ha copado muchos espacios y la consideramos como algo natural, como algo normal en nuestra cotidianidad.
Para muchos hablar, debatir y discutir es perdedera de tiempo. Hay que ir a los hechos. Mientras más contundentes mejor. ¿Para que hablar si con acciones de fuerza y violencia podemos lograr lo que queremos, y muchas veces más pronto? Hemos aprendido que volvernos problema, mejor si es con violencia incluida, da más réditos que los trámites legales. La legalidad no alcanza y requiere el refuerzo de la violencia.
Si a la gente en un barrio no le pavimentan una calle, recurren a la violencia y taponan vías con carteles de protesta para buscar soluciones. Los vendedores ambulantes para evitar desalojos o retención de mercancías, recurren a marchas que terminan en disturbios para hacerse sentir. Los hinchas de un equipo de fútbol, están dispuestos a morir o a matar, por defender el honor de su divisa. Los conductores de vehículos públicos bloquean las calles; los campesinos se toman las instalaciones de las oficinas oficiales; los sindicalistas se toman sus empresas; los pacientes cansados de esperar agreden a los médicos y personal de salud; algunos comunicadores vomitan sus odios personales cuando comentan los sucesos cotidianos; un padre de familia desahoga frustraciones golpeando a su mujer a o sus hijos… en fin, ¡la apología de la violencia!
Estos actos violentos no tienen justificación, sin embargo, los justificamos. Son miles las personas que creen válido que los padres castiguen violentamente a sus hijos. Es más, muchos piensan que la norma que prohíbe lastimar a los niños es la causante de los males de la sociedad. La norma no prohíbe reprender, insta a formar, pero no a castigos físicos. Como sólo aprendimos a castigar, al prohibirlo, se cree que no hay que hacer nada. Y ese no es el espíritu de la norma. Hay docentes que añoran las épocas de los castigos físicos y ahora viven en el importaculismo, dejando hacer lo que se les da la gana a los estudiantes, pero culpando a las normas.
Debemos hacer visibles los comportamientos violentos que la costumbre ha hecho ver como normales o naturales. De ahí depende de verdad la construcción de la paz.

*Médico especialista en Medicina Biológica

viernes, 22 de enero de 2016

EN IBAGUÉ NO GANÓ LA OPINIÓN
Meses previos a las elecciones pasadas, se me pidió evaluar el peso del voto de opinión en Ibagué. Según mis cálculos, en el mejor de los casos, no alcanzaría a 20 mil sufragios. Luego sería una cifra insuficiente para una aspiración electoral. No obstante, el actual alcalde de la ciudad, dijo que montaría su estrategia política sobre el voto de opinión, al final resultó ganador. Algunos opinadores expresaron que había cambiado radicalmente la forma de hacer política, que ganaron las redes sociales, que se había derrotado la politiquería y las maquinarias electorales. Que la opinión pública había sido la gran ganadora…
Superada esta contienda electoral podemos analizar más despacio los resultados y comprobar qué tanta opinión pública fue la que se expresó y que tanto salió derrotada la politiquería, la corrupción y la clase política tradicional.
Cambio Radical es comandado en el Tolima por Emilio Martínez, ex presidente de la cámara de representantes y que salió investigado y detenido por malos manejos de dineros públicos. Por corrupción. Como fue sancionado de por vida con la imposibilidad de aspirar a cargos públicos, puso a su hermana de fachada y continúa manejando los hilos de la política.
Avaló a Toledo como candidato a la alcaldía y todo el tiempo lo amenazaba con retirarle el respaldo si no obedecía sus órdenes. Al final, lo abandonó y apoyó a Guillermo Alfonso. Esa limpia jugada le representó ganar la contraloría, la personería, la secretaría de hacienda, además de muchos puestos y contratos…
Como las sumas de la escasa opinión y Cambio Radical no alcanzaban, se repatrió para votar toda la burocracia que habían instalado en Bogotá. La inscripción de residentes en la Capital para sufragar en Ibagué rompió todos los pronósticos y obligó a anular muchas. En el Distrito se denunció como unos días antes de terminar el gobierno de Petro se prolongaron contratos y se hicieron otros de personas que vivían y cobraban desde Ibagué…
Para asegurar las cuentas, la sagrada familia Jaramillo trabajó, como siempre, muy unida. La sangre tira, dirían nuestros ancestros. Dejaron solo al candidato del partido liberal, Rubén Darío Rodríguez, y pusieron la gente a votar por el candidato de la supuesta opinión… Con tres secretarías en la alcaldía y una gerencia le premiaron a Mauricio la acción tránsfuga contra el partido liberal. También con puestos y contratos. Y sobre todo con el control de planeación, por aquello de las construcciones…
Como el alcalde ganador no se tenía equipo para gobernar, inventaron la meritocracia. Con esa mampara nombraron por politiquería. Hoy en los despachos se encuentra gente inexperta y arrogante amparados en el autoritarismo y ejemplos del jefe, hablando mal de todo lo anterior y sin aterrizar propuestas. Muchos piensan que al hablar mal de los demás eso los eleva y ensalza. La verdad, es que con el tiempo bajan todos. Es tiempo de acciones y de menos retórica. La campaña ya la ganó la politiquería, el nepotismo, la maquinaria electorera y la poca opinión, les toca ahora demostrar lo que van a hacer…

*Médico y magíster en estudios políticos

martes, 19 de enero de 2016

¿QUÉ HACER POR LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA?

Haciendo referencia a las crisis, se dice que es como cuando uno va corriendo, sin opción de retorno, por un angosto túnel oscuro y después de un trecho se ve al fondo una luz. Lo que no se sabe si es el final del túnel o un tren que viene en contravía. Es la encrucijada de la Universidad del Tolima.
El rector y su grupo directivo, con la connivencia de las directivas universitarias (Consejo Superior, Consejo Académico, algunas organizaciones estudiantiles y algunos directivos sindicales profesorales y administrativos) perdió el rumbo universitario y metió a la institución en un túnel sin aparente salida.
Mientras que las recomendaciones sobre personal necesario para funcionar de manera óptima en una institución de educación superior, hablan de un funcionario por cada dos profesores, en la UT se tienen tres funcionarios por cada profesor. Esto no mejora la academia, pero si encarece costos. Estudios sobre el tema desarrollados en la UT existen, pero no ha habido voluntad política para ponerlos en ejecución. Lo que sí ha funcionado es el aumento desmedido de una nómina paralela para pagar favores politiqueros y de franca corrupción. También otros favores. Acabar con esta nómina y esta práctica es mandatorio.
Se necesita mayor financiación estatal, es verdad. Se debe exigir el pago de deudas atrasadas y de los aportes convenidos. Pero también absoluta claridad de cómo se invierten estos recursos dentro de la institución. La UT es de todos los tolimenses, no de pequeños grupos.
Pese a las exigencias de la norma existen profesores de planta que no tienen carga académica y no dictan clases. Esto obliga a gastar casi dos mil millones de pesos mensuales en catedráticos. Si se hiciera cumplir la norma, sin atropellar a nadie, la universidad obtendría casi un 40% de ahorro en sus recursos.
Hay facultades donde se duplican esfuerzos, se traslapan funciones y se dilapidan recursos. La reestructuración de las facultades y programas académicos, donde estos sean dirigidos por profesores y no por contratistas externos, debe permitir una modernización seria que redunde en calidad, eficiencia y eficacia. ¿Se deben mantener todos los programas o se deberían cerrar algunos por onerosos, ineficientes y de baja calidad?
Una cosa es defender la universidad pública y otra defender a ultranza la ineficiencia de lo público. La finalidad de la UT no es mantenerse abierta a cualquier costo. Para fomentar el desarrollo de capacidades humanas para su formación integral permanente, buscar el saber, producir y divulgar el conocimiento para el bienestar humano y ambiental de nuestra sociedad; la UT no puede seguir siendo la “olla más grande de Ibagué”, donde el microtráfico hace grandes negocios y nuestra juventud se corrompe, en aras del libre desarrollo de la personalidad.
Hay procesos administrativos ineficientes, ya conocidos y estudiados, que se deben tercerizar.  No faltarán los gritos de alerta a la privatización de los que prefieren la UT postrada, pero a la que le succionan algunas prebendas, a un Alma Máter eficiente y cumpliendo a cabalidad su misión.
La reestructuración o es total o la catástrofe continuará su marcha. Los sindicatos y gremios deben revisar si defienden sus garantías, sus pequeños feudos y ventajas o contribuyen a salvar a la UT. Igual ocurre con el movimiento estudiantil. La universidad no puede seguir siendo la puerta giratoria de la politiquería ni de la corrupción local y regional. La solución no es de amiguismos ni favores, sino de compromiso con la institución, con la sociedad, con la región y el país. El ethos universitario debe ser la guía. Las directivas universitarias saben y tienen claro todo esto, pero prefirieron pensar que la luz al final del túnel era la mano de los políticos de siempre.

La solución de choque necesita una medida fuerte y sostenida. Dialogada pero firme. Las directivas universitarias actuales ya no dieron la talla… ¡Deben irse!