viernes, 13 de agosto de 2010

REQUISITOS PARA SER UN BUEN CANDIDATO

En estos tiempos cuando la política empieza a tomar ritmo y las postulaciones para ocupar cargos de elección popular suenan de un lado y de otro, creo que podría contribuir con algunos elementos de juicio que facilitarían a los interesados mejorar su audiencia y convocatoria electoral. Van entonces estas recomendaciones:

1. Un buen candidato debe demostrar que no tiene carácter. Por lo tanto que es dócil y manejable. Que no está dispuesto a confrontar a nadie, que no defiende ninguna posición y que todas las ideas le son afines y posibles. A los jefes políticos les fascinan este tipo de candidatos.

2. Ser experto en apariencias. Quiere decir que hay que tratar de impresionar al auditorio que se sabe de todo, que se conoce de todo, que se tienen previstas todas las contingencias. Hay que incluir en el repertorio de los discursos unas cuantas palabras rebuscadas para impresionar auditorios y, además, unas pocas citas de autores famosos, no importa que no los haya leído nunca.

3. Refinar los modales. Abrazar a todo el mundo, aunque no lo conozca. Tratar de memorizar los nombres de sus posibles votantes, para que al nombrarlos ellos sientan un tratamiento personalizado y familiar. Asista a cuanto acto público pueda: bautizos, primeras comuniones, velorios, misas, procesiones, marchas, fiestas de barrio. Pero eso si, hágase notar. Que se sienta su presencia.

4. Asuma un discurso ambiguo, que no lo comprometa firmemente con nada. Pero ese discurso plantéelo con fuerza, con brío. Que los que lo escuchen crean que usted tiene el empaque y la fortaleza mental de un buen gobernante.

5. Preocúpese por su imagen. Sonría siempre, de la impresión que usted no es un personaje alejado del pueblo, que come de todo, que se “unta de pueblo”, que es elegante pero no creído. Que sus fotos tomen su mejor ángulo, su mejor perfil. Una imagen vale más que mil palabras…

6. Invierta en publicidad. Mantenga dinero suelto en su bolsillo, para halagar a algunos periodistas que gustosos extenderán sus grabadoras para una entrevista. No olvide que lo que no se promociona no se vende. Usted puede no pensar, que eso no es grave, pero no puede dejar de figurar. La publicidad debe ser su mayor gasto.

7. Hay temas vetados para usted. No hable de religión, tampoco del aborto, ni de drogas, ni de libertad sexual. No importa que usted diga que es liberal, muchos no entienden que es eso, y usted pude posar sin que se fijen. Repita que las clases sociales desaparecieron, que son conceptos prehistóricos mandados a recoger. No olvide decir que sólo los dinosaurios y algunos políticos en vías de extinción hablan de conciencia de clase y de solidaridad.

8. Invéntese una hoja de vida respetable. Diga que es de origen humilde, no importa que no lo sea, pero eso da prestigio. Que quede escrito que  todo lo que tiene lo ha hecho a pulso, que se lo ha ganado con el sudor de su frente. Ah, recuerde que el sufrimiento es una buena recomendación para recaudar votos y simpatizantes.

9. Y por último, muéstrese imparcial. Diga que combatirá la pobreza, la miseria y la corrupción y que su administración será transparente, participativa y de puertas abiertas.

No le aseguro que salga elegido, pero que si embaucará uno que otro incauto y su reputación de generoso hombre público mejorara.